El sindicato del Ingenio San Isidro acordó un aumento del 31% y le metió presión a la paritaria de Tabacal

Los azucareros de la empresa instalada en Campo Santo lograron fijar un salario mínimo de 21.900 pesos. Los de Hipólito Yrigoyen reclaman un incremento salarial del 40%.

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Mientras el Sindicato del Azúcar y el ingenio San Martín del Tabacal mantienen duras negociaciones para cerrar la paritaria de los trabajadores de esa industria, recibieron en los últimos días una noticia que le puso presión a las deliberaciones: el Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio San Isidro firmó en el Ministerio de Trabajo de la Nación un acuerdo que prevé un incremento salarial anual del 31%, el que elevará el salario mínimo a 21.900 pesos. 

"Cerramos un aumento importante, anual y en dos pagos. Este 31% que está muy por encima de todas las estimaciones, quedando una vez más con el salario más alto de la actividad azucarera a nivel nacional y en el marco de un contexto económico muy complicado para los trabajadores en general. Estamos muy contentos", expresó el secretario general del SOEASI, Mariano Cuenca; quien además busca alcanzar una banca en la Legislatura en los comicios de octubre próximo.

La actualización del Convenio Colectivo de Trabajo 12/88 marcó la cancha para otra paritaria clave en la provincia: la del ingenio Tabacal. Esa negociación comenzó difícil, con el sector gremial solicitando un incremento del 40% y convocando a un paro general de 48 horas apenas iniciadas las conversaciones. Con el paso de las horas, esa medida de fuerza fue cancelada y las deliberaciones continúan, hasta ahora sin resultados.

Los antecedentes de la paritaria de Tabacal no son demasiado promisorios. El año pasado hubo 84 días de paro que provocaron millonarias pérdidas para la empresa y para el bolsillo de los trabajadores. Y en los últimos cinco años, los días de paro acumulados abarcan una zafra completa.

Cabe recordar que el ingenio San Martín del Tabacal es por lejos el mayor empleador de la provincia, ya que crea 2.000 puestos de trabajo permanente y, en temporada de zafra, ese número trepa hasta cercas de 3.000 trabajadores. Además de azúcar produce biocombustibles y, utilizando el bagazo de la caña como materia prima, genera energía eléctrica que es despachada al Sistema Interconectado Nacional. La empresa es propiedad de la firma norteamericana Seabord.

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