CocoDreams, la historia de dos amigas que con determinación y trabajo se están transformando en emprendedoras

Aunque el emprendedurismo tiene lugar en cada barrio de la ciudad, nunca deja de sorprender porque detrás de cada puerta que se abre y estantería que se llena de productos para vender, hay una historia de sueños, logros, voluntad y determinación.

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Cecilia Molina y Florencia León, son dos jovencitas que se conocen hace 10 años, y aunque la primera estudia radiología y la segunda está en los últimos escalones para alcanzar su licenciatura en Comunicaciones Sociales, no conseguían trabajo estable. La idea de emprender algo propio surgió, en principio, para sustentarse y además, para compartir sus días. Ellas dicen que son el complemento perfecto. Lo que no tiene una, lo tiene la otra.

“Además, al conocernos tan bien sabemos cómo tratarnos en los momentos en los que hay crisis. Eso nos une mucho. Más que amigas somos hermanas de la vida“, define Cecilia y cuenta que la “primera idea fue hacer desayunos, pero a poco de arrancar nos dimos con que ya había demasiada gente que lo hacía y desistimos de la idea. Entonces, nos pusimos a pensar en algún otro producto que la gente quisiera personalizar y eso nos llevó a imaginar el hogar y cómo darle un poco de alegría a través de los colores“.

Siempre se interesaron por hacer manualidades y hoy hacen almohadones decorativos y artesanales para sillas y sillones.

“El proyecto CocoDreams se inició el 14 de febrero de este año, para el día de San Valentín. Lo gracioso fue que cuando fuimos a hacer nuestra primera inversión no sabíamos ni los nombres de los materiales que necesitábamos, porque no conocíamos nada del rubro. De a poco, fuimos y seguimos aprendiendo“, recuerda Cecilia.                       

El proceso de producción comienza buscando una gama de materiales de calidad y de diversos colores para poder ofrecer texturas y gamas de productos. Hay dos mecanismos para producir, por un lado el pedido del cliente; y por el otro, el criterio de las chicas para tener una oferta variada de almohadones para diferentes gustos y edades.

“Nosotras somos únicamente dos, así que mientras una corta y cose, la otra rellena y los decora. Y ambas nos turnamos para hacer las compras y para hacer las entregas a domicilio“, explica esta joven de 26 años que se define tranquila y paciente; mientras que “Flor es la que tiene todos los detalles en la cabeza, planifica, calcula“ .                   

Los productos de CocoDreams se encuentran en su página en facebook, desde la cual buscan compartir las ofertas y novedades en grupos de compra y venta que cada vez funcionan mejor en Salta. Además, los viernes y sábados exponen y venden en el garage de la casa de una de ellas, que acondicionan para recibir clientes, y los esperan con café, mate y masas dulces que también preparan ellas para la ocasión.

“Estamos recién empezando con este emprendimiento y de a poco queremos ir sumando nuevos productos de decoración. Por suerte, nos está yendo bien. Como todo negocio tuvimos algunos momentos de baja, pero no nos dejamos caer porque tenemos esperanzas de que podamos vivir de este negocio“.                        

Las socias son muy responsables, aun cuando no tienen la obligación de los horarios que implican la atención diaria al público, y combinan sus vidas familiares con las tareas de producción y todos los días tienen la rutina establecida de juntarse a producir, diseñando, cortando y cociendo, al menos seis horas.

Cuando le preguntamos a Cecilia por el futuro lo vislumbra con claridad: “Soñamos con abrir un local y con poder expandir nuestra marca y los productos que de a poco vamos agregando. Por supuesto, siempre aprendiendo y confiando en nosotras mismas“.                       

Este Viernes y Sábado Santo, CocoDreams abre sus puertas en Dionisio Ramos 1871, de 17 a 21 hs.

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