Cándida era sencilla, ingenua, sin malicia pero con bastante picardía. Así era la abuela de Marcela Sánchez, una persona con mucho talento y en su honor al emprendimiento le pusieron su nombre.
El Covid trajo la tragedia para esta familia, como para tantas otras en todo el mundo. Sufrieron pérdidas y el dolor sigue siendo para ellos indescriptible. Pero la vida les dio un nuevo integrante: el pequeño Romano los unió en medio de batitas, baberos, mantitas y mucho mimo y amor.
Con la familia revolucionada llegó Tan Cándida, “con la complicidad de los ángeles que nos guiaron desde el cielo”. Marcela se refiere a la mamá, la abuela y el pequeño Caetano, “quien se fue a jugar con ellas”.
“Todos los chiquitines de la familia tienen su producto. Romano tiene su manta, Nahiara su babero, Luisina, Eugenia y Mariano también los tienen”, comentó la emprendedora a IN Salta. Todos son artesanales.
Pero es la manta Caetano la que resume el espíritu de este emprendimiento. “Es especial para la familia porque a partir de los dolores supimos mantenernos fuertes y ocupados. Caetano es una mantita, con tela de corderito y un sol; además fue la vedette de la marca en la feria Potencia”, recordó la emprendedora.
El sueño de Marcela para Tan Cándida es que siga creciendo en productos, dedicando prendas personalizadas a cada nuevo integrante de la familia y no industrializar la marca que es “personalísima y muy artesanal porque sale del corazón”.
Podés conocer este emprendimiento en su cuenta de Instragram @tancandida o llamando por teléfono al 3874032193.
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