La Unión Europea reabre su mercado para los cítricos argentinos, pero este dato no entusiasma a productores salteños ante un difícil panorama mundial

La Comisión Europea revirtió una decisión que impedía el ingreso de cítricos provenientes de Argentina a ese bloque de países. La producción salteña no se entusiasma ante el nuevo panorama, ya que ese destino disminuyó el consumo de frutas frescas desde el inicio de la pandemia por COVID.

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Con fecha 27 de abril de 2021, el Diario Oficial de la Unión Europea publicó la Decisión de Ejecución (UE) 2021/682 de la Comisión que modifica la antes emitida 2016/715, respecto de frutos específicos originarios de Argentina.


La nueva decisión señala que los cítricos originarios de Argentina se introducirán en la Unión, si se cumplen ciertas condiciones que se detallan en la norma.

Recordemos que en agosto del año pasado la Unión Europea había decidido suspender las importaciones de cítricos provenientes de Argentina por haber mancha negra en algunos cargamentos de limón.

En diálogo con IN Salta, productores afirman que “hoy el citrus de Argentina y en particular el del norte está con una complicación bastante grande, porque hay bajo consumo en Europa”, advierten.

“En primer lugar hubo un rechazo y baja de precio muy grande por cuestiones sanitarias del limón de Tucumán. En este se detectaron enfermedades cuarentenarias y eso fue uno de los causantes del deterioro del precio. La restricción va a permanecer muy fuerte y el control de enfermedades cuarentenarias será intenso, pero el problema más grave se genera porque hoy Europa es un mercado cuyo consumo de fruta fresca está deteriorado y la expectativa de exportar fruta fresca es poca”, lamentaron.

Sin embargo, “lo que se está manteniendo en valores es el destino industrial, cuyo sector se encuentra sin muchas modificaciones”, explicaron. 

“Salta tiene la ventaja de poseer un sistema sanitario más sano y va a poder cubrir mejor los pedidos de exportación, sin embargo la provincia va a terminar destinando más cantidad de sus frutas frescas a la industrialización”, aseguraron.

Esto, no es necesariamente una buena noticia para los productores puesto que “no se altera en absoluto la economía del sector y de hecho va a tener menos ingreso porque el valor de la fruta fresca es mayor que el de la industrializada e impacta económicamente de forma negativa”.

“Es la opción que tiene el  productor para cubrir el déficit de exportación de fruta fresca a Europa. Este déficit genera un sobrestock y un ingreso es menor para el productor que lejos de modificar sus ingresos, destina su producto a la industrialización, pero un incremento de los subproductos industrializados no es proporcional al incremento de ingresos”, señalaron.


Normalmente, la producción local se destina en un 40 a 50 % a la exportación de fruta fresca; y un 50 a 60 % a la industria. Esto en años normales. Este año, sin consumo y sin mercado de fruta fresca, la exportación fue de un 20 a 25% y el resto a la industria.

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