Para bodegueros salteños, el proyecto de impuesto al vino “es como una resolución 125 para la vitivinicultura”

Muy molesto con el anuncio, Osvaldo Domingo, presidente de Bodegas de Salta, anticipó que la medida podría afectar la creación de fuentes de trabajo y reducir las inversiones en el sector.

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Osvaldo Domingo.
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Osvaldo Domingo.

Los bodegueros de Cafayate no ocultaban ayer su furia con el proyecto de reforma tributaria propuesta por el Gobierno Nacional, que incluye la aplicación de un 10% de Impuestos Internos para el vino –que actualmente no tributa- y de un 17% para los vinos espumantes y los champagnes. “Para mí esto es como una Resolución 125 para la vitivinicultura” aseguró sin pelos en la lengua Osvaldo Domingo, presidente de Bodegas de Salta, organización que agrupa a los principales establecimientos productores de la provincia.

El dirigente no dudó en afirmar que “poner un impuesto del 10 al 17% de un día para el otro es un golpe duro, que va en contra del espíritu proclamado por el Gobierno para esta reforma tributaria; que es crear trabajo y promover inversiones. Se trata de normas que se planifican mirando hacia el puerto y no hacia la cordillera de los Andes; y eso nos perjudica seriamente”, advirtió.

Domingo explicó que “hoy la vitivinicultura está en una situación difícil. Por los aumentos de los costos, el último año tuvimos una caída del 18% en la venta de vinos. Ahora, con este impuesto nos quedan dos opciones: pasar el impuesto al precio, y eso significa que bajen más las ventas; o  pasarlo a costos, y eso va hará que el hilo se corte por lo más fino, o sea que habrá menor creación de mano de obra. Realmente estamos muy preocupados”.

El productor explicó que en las 4.000 hectáreas en producción que tiene la provincia el sector emplea a más de 2.000 empleados permanente, más los trabajadores temporarios. Y en todos los casos se trata de mano de obra calificada. “Esto hace que muchas empresas comiencen a pensar en no invertir como se venía haciendo”, señaló.

Consultado sobre los pasos a dar, el presidente de Bodegas de Salta contó que “hoy (por ayer) hable con el Secretario de Asuntos Agrarios, Flavio Aguilera, para expresarle nuestra preocupación. Ellos van a hacer los reclamos pertinentes; porque esto está afectando a todo el oeste de Argentina, desde Jujuy hasta Chubut, que también tiene viñedos”. Explicó además que “a nivel empresario, ya el martes Bodegas de Argentina, la Corporación Vitivinícola y la Unión Vitivinícola Argentina se expresaron; e incluso funcionarios de Mendoza, que son de Cambiemos, salieron a defender los intereses de su provincia”.

“Esperamos que se pueda opinar y que se encuentre la mejor solución para evitar esto. Creo que estamos retrocediendo años; pero esperamos poder lograr el diálogo del que siempre habla el Presidente. Estamos muy molestos y preocupados. Nos gustaría haber sido consultados, pero no fue así”, se quejó. A continuación recordó que “la semana pasada fui a Tacuil; y realmente las inversiones que se realizan en lugares como ese, tan recónditos, es hacer Patria. Se están haciendo caminos para ir a cultivar viñedos a 2.400 o 2.500 metros sobre el nivel del mar. Estaría bueno que los funcionarios que hicieron este proyecto vengan y conozcan lo que la actividad privada está haciendo en esos lugares. Pero todo eso queda en dudas con estas medidas”.

Finalmente, Domingo sostuvo que “estamos en desacuerdo con el proyecto hasta desde lo conceptual. Por ley nacional, el vino argentino es un alimento.  Pero los conceptos del ministro hablan de que el vino es dañino para la salud. Esto es un error y hasta un contrasentido con las acciones del propio Gobierno, que invierte dinero en las campañas de promoción del vino argentino. Se está equiparando al vino con otras bebidas que tienen altos niveles de alcohol, y eso es un error: el vino es salud. Desde ahí estamos mal”, concluyó.

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