Por la crisis, se desploma el consumo de carne vacuna (el pollo y el cerdo surgen como alternativas más económicas)

Productores ganaderos y frigoríficos lo atribuyen al contexto económico actual. Aseguran que si se redireccionan las medidas, se podría ofrecer un producto más económico para la mesa argentina.

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El consumo de carne se desplomó en el último mes con una caída del 9%. Con los principales cortes rondando los 8 mil pesos el kilo, la carne vacuna pasó de ser un ingrediente diario e indispensable en la mesa familiar a convertirse en un producto aspiracional.

Lisandro Chano De María, productor empresario de Almacén del Asado, y organizador del concurso de ARgencarne 2023 que se desarrolló en Salta, reconoció que “es real la baja del consumo porque el mercado se sensibiliza ante las cuestiones económicas y realiza restricciones. El consumo de carne vacuna se ha trasladado a productos más económicos, como carne de cerdo y productos avícolas”, analizó.

Sin embargo, mostró su preocupación porque “el valor nutricional que tiene la carne vacuna en relación a la proteína es irremplazable y esto va a generar graves consecuencias sanitarias”, advirtió.

De María recordó que “este escenario es una constante en Argentina, en donde los precios suben de tal forma que el mercado no los avala, lo que genera miles de kilos que no se pueden ubicar con lo cual obliga a que bajen los precios”, especuló.

Para el empresario “es un error abrir las importaciones sin un nuevo régimen de exportaciones primero. Si Argentina no puede ubicar su producto en el mundo, estamos sujetos a estas variables macroeconómicas. Pero si abrimos nuevos mercados para nuestros productos, aumentamos la producción, la rentabilidad y la oferta; y así podríamos estar hoy ofreciendo un asado a 2 mil pesos, si las condiciones del mercado nos acompañaran”, evaluó.

“Fomentar la exportación nos permitirá ofrecer nuestro producto a un precio menor en el mercado nacional. También hubo mucha picardía de algunos sectores e incluso los analistas decían que en marzo íbamos  a tener un asado de 30 mil pesos el kilo. Esto no solo es imposible para el productor sino, que si vos ponés un kilo de costillas a 6 mil pesos el consumidor no lo puede sostener y el mercado es prohibitivo económicamente. Y esto nos excede porque la caída del 9% no solo es en el consumo de carne. Es en general, porque la gente está perdiendo capacidad de consumo”, lamentó.

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