Pasó el día del ferretero y fueron reconocidos (el “cosocomué” y el “chirimbolo” en un solo negocio)

Compuesta mayoritariamente por pymes familiares, la industria ferretera es esencial para el mercado doméstico, talleres y fábricas pequeñas de Salta y el país.

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Muchos de los que llegan a una ferretería desconocen el nombre exacto del artículo que buscan y al que bautizaron “cosocomué”, “cosito” o “chirimbolo”. En ese idioma que no es extraño para los trabajadores del rubro pasan los diálogos más llamativos que siempre terminan en un final feliz: el cliente se va con lo que buscaba.

En Argentina hay 20.000 ferreterías, la mayoría empresas familiares que se mantienen por generaciones y que, por supuesto, son famosas en los barrios.  El vínculo con su clientela tiene códigos únicos y una afinidad que solo se entiende dentro de ese intercambio.  

Compuesta mayoritariamente por pymes familiares, la industria ferretera es esencial para el mercado doméstico, talleres y fábricas pequeñas. También es proveedora del sector de la construcción y engloba firmas metalúrgicas y de productos químicos y plásticos, entre otras. Esta articulación con una gran variedad de sectores industriales constituye un eslabón sustancial en la cadena productiva.

En los últimos años, la tradicional ferretería de barrio, pilar de la industria, tuvo que cambiar sus reglas de juego ofreciendo una oferta más personalizada y nuevas estrategias como: ventas on-line o envíos a domicilio para ajustarse a las nuevas tendencias comerciales y amoldarse a la difícil competencia que se suscitó con la aparición de las grandes cadenas del ramo.

El Día del Ferretero se celebra el día que se fundó la Cámara de Ferreterías y Afines de la República Argentina (Cafara), el 3 de septiembre de 1905, y es una buena excusa para reconocer el valor de este oficio.

“Por lo general, la consulta en una ferretería comienza por un problema puntual a resolver ante el cual el ferretero aparece como una figura de conocimiento y guía. A diferencia de otros comercios, el cliente no busca un producto puntual que satisfaga una necesidad sino hallar una solución para artefactos que desconoce”, señaló Sergio Angiulli, presidente de la institución y organizador de ExpoFerretera 2023 que días atrás reunió en Buenos Aires a todos sus actores.

Una ferretería promedio tiene más de 20.000 artículos variados con cientos de proveedores. El ferretero, además de una figura de autoridad frente al uso de estos, es una especie de traductor de señas y muletillas de los vecinos que buscan piezas que desconocen.  

Angiullo reconoce el ingenio infinito de los comerciantes del rubro. Por eso, son muy importantes los espacios para la capacitación y la profesionalización constante, como lo fue  ExpoFerretera 2023 donde se pudo intercambiar experiencias. Los ferreteros deben estar preparados cuando los clientes solicitan las soluciones más descabelladas.

No cabe duda que el rol del ferretero implica, no solo conocimientos técnicos sobre lo que vende y sus posibles usos, sino también, la creatividad, la inventiva y las habilidades sociales para interpretar y darse a entender con sus clientes. Dar respuesta efectiva a las necesidades puntuales de quienes llegan con un problema urgente que atender requiere de una constante capacitación y profesionalización del sector.

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