Fortalecen trabajos para mantener el estatus de área libre de polilla de la vid en los Valles Calchaquíes

La Provincia y el SENASA acordaron reforzar con personal de seguridad y técnicos del Programa de Protección Vegetal, el puesto de control Fitosanitario ubicado en la localidad de Tolombón.

 

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A partir de una tarea coordinada entre los ministerios de Producción y Desarrollo Sustentable, y de Seguridad y Justicia, junto con el SENASA, se acordó profundizar los controles que permitan conservar el estatus de área libre de Lobesia botrana (polilla de la vid) a los Valles Calchaquíes.

Los ministros Martín de los Ríos y Marcelo Domínguez consensuaron que se van a sumar efectivos policiales para complementar el control fitosanitario en Tolombón, apuntalando así la tarea del SENASA, que en estos momentos se ve dificultado en el cumplimiento de tareas de control por los recortes aplicados por el gobierno del presidente Javier Milei. "Desde la Provincia facilitamos herramientas para garantizar dichos controles y así cuidar el estatus sanitario que tanto nos costó conseguir”, destacó De los Ríos.

Desde la Secretaría de Desarrollo Agropecuario indicaron que desde el año 2021 la localidad de Cafayate y zonas aledañas se encuentran con el estatus de área libre de polilla de la vid. La labor mancomunada entre Provincia, Nación, Municipios y productores permitió a Salta mantener esta condición, mejorar los volúmenes de producción y potenciar la calidad de la fruta tanto para consumo en fresco como para vinificación.

La Lobesia botrana es una plaga que ataca principalmente el cultivo de vid, por ello se la conoce comúnmente como "la polilla de la vid". Produce daños directos a los frutos, provocando pérdidas en los volúmenes de producción, menor rendimiento por planta, afectando además la calidad de la fruta tanto para consumo en fresco como para vinificación.

Asimismo, favorece el ataque de diversos hongos patógenos que provocan la podredumbre del racimo. En uva para vinificar, los residuos que dejan estos hongos transmiten mal olor y sabor a los vinos (daños indirectos). Además la uva de mesa con destino a exportación debe dar cumplimiento con tratamientos cuarentenarios internacionalmente aceptados que elevan el costo de producción.

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