“Estamos shockeados, todavía no caemos”, confiesa entre risas Martín De la Mata, uno de los creadores de Vértice33, el gin artesanal hecho en Salta que acaba de ganar medalla de oro en el Argentina Spirits Awards, el certamen internacional que premia a las mejores bebidas espirituosas del mundo.
Lo que empezó como un hobby entre amigos, terminó convirtiéndose en uno de los gins más destacados del país. “Todo arrancó a partir de un torneo de coctelería. Mi compañero, Lautaro Millares, ganó el primer puesto y el premio era la posibilidad de destilar 50 litros de una bebida espirituosa. Ahí nació todo”, recuerda Martín.
El equipo —formado por tres apasionados de la coctelería y la gastronomía— encontró en esa oportunidad la excusa perfecta para crear algo propio. Con la ayuda del ingeniero William Yapura, experto destilador, se animaron a desarrollar su primera receta. “Lo hicimos sin expectativas, más por diversión, pero vimos que a la gente le gustaba y decidimos ponerle toda la energía”, cuenta.
Un nombre con historia y un número que se repite
El nombre Vértice33 no fue casual. “Lauty veía el número 33 por todos lados, decía que era su número de la suerte. Además, vértice representa el punto donde convergen varias líneas, y eso somos nosotros: coctelería, gastronomía, lo social, el disfrute. Tres personas que se unieron en un mismo punto para crear algo distinto”, explica Martín.
Oro para Salta
El reconocimiento llegó sin que lo buscaran. “Defendíamos mucho nuestro producto, pero jamás imaginamos que iba a gustar tanto a los jurados. Cuando nos avisaron que habíamos ganado oro, no lo podíamos creer. Fue un orgullo enorme para nosotros y para Salta, que siempre se destacó por sus vinos o cervezas, pero no tanto por el gin”, dice.
Ahora, el equipo planea profesionalizar la marca y ampliar la distribución. “Por el momento se consigue solo en Salta, pero estamos trabajando para llevarlo a otras provincias. Mientras tanto, pueden seguirnos en https://www.instagram.com/vertice.33/ y encontrar ahí todos los puntos de venta”, invita.
Con humildad y espíritu emprendedor, estos tres jóvenes salteños demostraron que los grandes proyectos no siempre nacen de los grandes planes. A veces, basta con un premio, un número de la suerte y una buena dosis de pasión destilada.