La Federación Argentina de Industrias de Pan (Faipa) decretó la "emergencia nacional de las panaderías", que ya produjo el cierre de centenares de locales durante el año anterior.
En diálogo con IN Salta, el presidente de la Cámara de Industriales Panaderos y Afines, Martín Petrocelli, explicó que “la emergencia se pide porque cada una de las provincias está viviendo la crisis sin que ninguna haya sorteado esta nefasta realidad que atraviesa el país”.
Al ser consultado sobre los cierres en el sector, en Salta, el dirigente señaló que “sólo contemplando las panaderías registradas deben ser unas 40… y de las que trabajan de manera ilegal no tenemos registro porque en este punto todos miran al costado y nadie sabe lo que hacen o dejan de hacer”.
Petrocelli informó que solicitan urgente “la reducción de las tarifas que son impagables, el cese de embargos por parte de la AFIP, control sobre el precio del trigo, reducción de aportes patronales y una moratoria a 60 meses sin interés para el pago de deudas impositivas”. Por último, recordó una vieja lucha del sector contra la actividad sin registrar.
“Estamos realmente mal”
Mientras algunos medios salteños anunciaban $130 para el kilo de pan en los próximos meses, Petrocelli se negó a dar definiciones al respecto ya que trasladar esta crisis al bolsillo del consumidor sería “como darle aspirinas a alguien que padece una enfermedad terminal”.
“Estamos realmente mal, la cuestión de precios es una cuestión hasta terciaria; nos están condenando a la extinción si es que no se mejoran las condiciones para la producción”, advirtió.
Afrontar el pago de los servicios de luz, gas y agua; la agobiante presión tributaria; y la dolarización de las materias primas; hirieron severamente la actividad del sector.
Las ventas en el país, bajaron entre un 40 y un 50% el año pasado, si se las compara con 2017. En Salta, esos índices se calculan en un 30%, cifra que la sitúa levemente en mejores condiciones que a la media nacional.