La obra de reversión del Gasoducto Norte debía entrar en funcionamiento el pasado 15 de septiembre, ya que a partir del 1° de octubre próximo Bolivia suspenderá en forma definitiva las ventas de gas natural a Argentina. Pero el trámite, al parecer, demorará un poco más. Es que la semana pasada, y en medio de una prueba de resistencia con presión hidráulica, explotó un codo conector del ducto fabricado en Brasil.
La información fue dada a conocer el pasado viernes por el portal La Política Online, que adelantó que por ahora no se estableció una nueva fecha de habilitación, ya que no sólo se debe reponer el caño destruido sino también completar las pruebas que quedaron paralizadas por el incidente.
La Reversión del Gasoducto Norte parece a estas alturas una cadena infinita de infortunios y contratiempos que demoraron una obra que debía estar terminada para el comienzo del invierno. Planificada inicialmente para conectar las provincias del Norte, que hoy se proveen esencialmente de gas boliviano, con fluido proveniente del yacimiento neuquino de Vaca Muerta; esta obra arrancó durante la gestión del expresidente Alberto Fernández y el excandidato presidencial Sergio Massa como ministro de Economía.
Para acelerar los tiempos de construcción se dividió a la obra en tres partes, que fueron licitadas de manera conjunta. Sin embargo, una de ellas fue declarada desierta por las autoridades de Energía asumidas el 10 de diciembre, en el marco de la paralización total de la obra pública dispuesta por el Presidente Javier Milei. Recién en mayo, y con el invierno en ciernes, se avanzó en esa última licitación y se adjudicaron los trabajos. En el medio, y con el invierno más crudo en años, el país debió pagar por el gas boliviano más del doble de lo que venía pagando y tuvo que importar varios barcos de GNL para atender la demanda. El "chiste" de no escuchar a los técnicos y ser fundamentalista con el discurso antiEstado significó para el país un gasto de 2.000 millones de dólares que podrían haberse evitado.
Finalmente, con todos los trabajos de construcción terminados, la semana pasada se estaban realizando las pruebas hidráulicas de rigor previas a la habilitación del gasoducto cuando se produjo la explosión.
Desde la UTE que conforman las empresas Techint y Sacde explicaron que: "Durante la ejecución de una de las pruebas hidráulicas de rutina en una tubería, en la planta de La Carlota, se produjo una falla en uno de los codos, al momento de someterlo a la presión de prueba según indica la norma. La línea involucrada compone una parte constructiva secundaria de las instalaciones asociadas al proyecto, que formará parte de una funcionalidad adicional de las obras", precisaron. Y agregaron que "las pruebas hidráulicas son procesos seguros, que forman parte del proceso de la construcción de un ducto y que se realizan de manera controlada, justamente para garantizar la integridad de los materiales y detectar de manera anticipada a la operación posibles fallos. Los estrictos procedimientos de seguridad aplicables a esos ensayos se verificaron en cumplimiento, por lo que no se encontraba personal en la cercanía del elemento que registró el fallo".