Aunque hay perspectivas de una recuperación para lo que resta del verano, la temporada turística comenzó muy floja en la ciudad de Salta. De acuerdo a datos preliminares del Observatorio de Turismo de la Municipalidad de Salta, en la primera quincena de enero la ocupación hotelera promedio fue de apenas el 39%.
En el estudio se reflejó que el impacto económico de ese movimiento fue de $2.179.753.625, y que se registraron unos 24.000 arribos turísticos.
Históricamente la temporada de verano no es la más demandada en Salta, ya que los destinos preferidos son siempre los asociados a la playa y el mar, en especial la costa atlántica argentina y las playas de Brasil. Pese a ello, y gracias a herramientas como el PreViaje y las campañas de promoción que se venían desarrollando, en los últimos dos veranos Salta había registrado récords de turismo, superando números históricos.
Este prometedor escenario cambió por completo con la llegada del nuevo Gobierno Nacional, que a pocos días de asumir aplicó una devaluación superior al 100% y liberó precios clave para la actividad turística, como los combustibles y los alimentos. Esto generó en primera instancia un importante volumen de cancelación de reservas y, producto de la incertidumbre, una retracción de la demanda.
Pese a ello, desde el sector esperan una recuperación de la actividad para las próximas semanas. El Coordinador del Ente de Turismo municipal, Fernando García Soria, aseguró que “Tenemos muchas expectativas para lo que resta del verano. La ciudad de Salta se fue consolidando como un destino turístico de todo el año con una gran propuesta de actividades culturales: museos, peñas, ferias artesanales y distintos recorridos por la ciudad. Esto, sumado a las propuestas del interior de la provincia y la articulación con los otros destinos del norte argentino que ofrecen al turista muchas posibilidades para veranear en Salta”.