Nos deja un histórico titán de las lanas en Salta: tras 61 años, Casa El Tío cierra sus puertas (a fin de mes)

Se va pero se queda en las manos de quienes adquirieron sus productos para abrigar a sus seres queridos. Su historia está escrita en bufandas, gorros, guantes y frazadas y hoy es testimonio de la tenacidad de un empresario visionario de los 60.

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Un 29 de abril de 1961, el joven Enrique Dagum abría con su hermano Oscar, en pleno centro de la ciudad de Salta, las puertas de Casa El Tío. En aquel tiempo se vendía ropa, frazadas, valijas, bolsas y algunos ovillos de lana de tejer. 61 años más tarde la tienda anunció que cerrará sus puertas de manera definitiva a fin de mes.

La noticia corrió por las redes sociales y las manifestaciones de apoyo no tardaron en hacerse virales pues la tienda es uno de esos comercios que se convierten en íconos por su historia. La de Casa El Tío está cargada de logros, crisis, corridas cambiarias, saqueos y muchísimo más. A las dificultades económicas cada vez más difíciles de sobrellevar se suma que Enrique ya cuenta 85 años y su tenacidad no alcanza.

Todo eso se conjugó en la estocada a la tienda que alguna vez fue el sueño de la familia Dagum. “Tal vez fue la falta de evolución de la firma, que cada vez tenemos menos frío o que la gente ya no teje, pero lo cierto es que tenemos empleados desde hace muchos años y también costos que no pudimos afrontar. Mi papá quiere seguir al frente, pero su salud no se lo permite y las cosas tienen que ir evolucionando”, analizó Verónica Dagum consultada por IN Salta.



El local es de la familia y lo alquilará a una empresa de otro rubro, pero permanecerán cerquita con la sanguchería que abrieron al lado, en Urquiza 715. 

“Nos quedamos con experiencias muy lindas, y el consuelo de que en una época devastadora, la gente se refugió en el tejido y yo, en forma personal me ocupe de los clientes, de las entregas y  ventas a distancia, es lo que llevo de esta aventura”, destacó la empresaria. 
IN Salta publicó en 2019 la historia de la tienda y de sus dueños en la sección Bien de Familia. Aquí, un tramo de una publicación que podés volver a leer aquí.

Tejiendo lazos fuertes con la clientela 

“Desde hace 58 años Dagum tiene trato directo y especial con sus clientes. A pesar de su avanzada edad y sus problemas de salud, se mantiene firme, detrás del mostrador o en su taller, colaborando con la elección de cada cliente. 

Además, es un hombre de comercio muy querido en la zona. Es común que la gente lo salude y lo llame “tío” cuando lo encuentran caminando por las peatonales o yendo al banco a hacer algún trámite. 

Generaciones enteras de tejedoras han visitado su local. Bisabuelas, abuelas, mamás, hijas y nietas se han acercado a comprar lanas para sus tejidos y son sus clientas más fieles. 

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