El grupo Mariano Lérida & Asociados inició su camino hace 25 años y fue atravesando distintas etapas, según el desarrollo personal y profesional del arquitecto Mariano Lérida, fundador de la empresa.
“En uno de los primeros años me aboque al trabajo como inmobiliaria, fui uno de los fundadores del Colegio Único de Corredores Inmobiliarios de Salta, mientras tanto seguía construyendo y creciendo en negocios independientes, entre esos la creación de La Casona del Molino. Vi el potencial en esa casa y estuve 7 años a cargo del proyecto. Luego de eso retomé de lleno mi profesión”, recuerda.
Hoy, junto con su equipo, se definen como profesionales dedicados al desarrollo de emprendimientos inmobiliarios en todos sus frentes: construcciones, ampliaciones, diseño, centros comerciales, urbanizaciones, loteos y fideicomiso. “Dentro de lo nuestro tenemos varios rubros, con los años fuimos sumando experiencia y es bueno tener varias cartas para jugar, a veces va bien uno u otro”, señala. Entre sus proyectos, están próximos a inaugurar un edificio de 6 mil metros cuadrados en la zona del Monumento 20 de Febrero.
Dentro de este esquema y con la premisa de buscar soluciones para la gente, se destaca el plan Casitas, “poniéndonos en el lugar del cliente y en base a nuestra estructura para construir y desarrollar, surgió una idea para que las personas vayan de a poco avanzando hacia tener su casa propia, transformando sus ahorros en metros cuadrados. Esto permite valorar de una manera distinta el dinero y lograr un tangible concreto”. La propuesta es más que atractiva ya que cada persona puede adecuarla a su situación particular.
¿Cómo se fue diseñando el modelo de negocio?
Con el correr de los años una cosa me llevó a la otra, a veces por el lado de la arquitectura me solicitaban una propiedad y luego al revés, me pedían construcciones. Siempre estuvo todo muy relacionado. Hace 12 años puse en funcionamiento las dos cosas a full, arquitectura y venta de lo que nosotros hacíamos, con una base del área inmobiliaria. Es un sector muy fluctuante entonces siempre es bueno tener más de una rama de negocio para épocas en las que no hay mucho movimiento.
Dependemos de la economía del país, aunque por ejemplo el año pasado las cosas estaban mal pero igual se movió mucho. También nos moviliza el valor del dólar, son distintos factores.
¿Cómo considera que está hoy el sector?
Estamos complicados, tanto en la parte inmobiliaria como en los emprendimientos está todo muy quieto, solo se sostiene la dinámica de lo que ya teníamos en marcha, no hay proyectos nuevos. El poder adquisitivo de la gente bajó mucho y creció la inflación, a esto se suma que muchos perdieron su trabajo por la pandemia.
En este esquema los argentinos estamos acostumbrados a reinventarnos y eso hacemos, actualmente somos 14 integrantes del equipo, si los proyectos crecen somos más y si no, nos reducimos. También cerré una empresa constructora y creo que ahora vamos a abrir las puertas de nuevo.
Hay materiales que subieron un 500%, la mano de obra no subió tanto, pero tratamos de ser cautelosos, cuidar los recursos. Hay que readaptarse permanentemente.
En un panorama en constante dinamismo ¿Cuál considera que es la clave al momento de comercializar lotes o edificios?
Nosotros respetamos a ciegas lo que dice la Ley del Fideicomiso, que como la palabra lo indica viene de Fe, y comercializamos al costo real. Nuestro desarrollo se hace con el flujo de la gente, no hacemos nada con capital propio, lo hacemos con el aporte de los fiduciantes que son los dueños de la tierra, es algo sano y el objetivo final es terminar el edificio.
Iniciamos la preventa con planos aprobados, nos dedicamos íntegramente y luego en base al flujo la obra avanza, el sistema es bueno, es una forma más de que la gente tenga alcance a su vivienda.
Comercializamos al 100% en cuotas, no pedimos anticipo, esto permite que más gente llegue, arrancamos un edificio con más del 70% vendido, usamos toda nuestra estructura. Nuestros clientes confían y saben de nuestra seriedad. Quienes nos compraron repiten la experiencia.
¿Cuál es la propuesta del plan Casitas?
Hoy si hay algún dinero para guardar se suele poner en plazo fijo, pero el interés es menor y siempre surge alguna necesidad que te desvía del objetivo. Con el plan Casitas la gente va comprando metros cuadrados, entonces vas ahorrando y transformando tus pesos en metros cuadrados que vas juntando en la cantidad que puedas, medio metro, tres metros, un mes si, uno no, según tu situación. Cuando se completa la primera etapa de pago se inicia la obra, no hay que cancelar para tener la casa propia.
Si compras un metro ahorras en esa medida, de esta manera resulta más fácil, es más tangible, el precio se actualiza según el índice de la construcción, igual que para lotes y departamentos.
Somos cautos, evitamos correr riesgos y vamos materializando los ingresos, comprando materiales, porque en cualquier momento el que va pagando te dice hoy comenzamos a construir y tenemos que avanzar, cuidamos la plata con la compra anticipada de materiales. Trabajamos sobre lo real, y no bajamos la calidad de los materiales
¿Cómo visualiza el futuro de la empresa?
Las expectativas son buenas, es un ámbito que siempre será necesario, hay gran déficit de viviendas y lo dicen los abuelos, hay que invertir en ladrillos.
En todo lo que hacemos prima el sentido común y la transparencia, son las bases de nuestra forma de trabajar y esto hace que nuestros clientes sigan con nosotros. Mi nombre es la marca de la empresa, un nombre de fantasía se podría cambiar, pero mi nombre no, y eso es un compromiso, hacemos las cosas bien.
Mantenemos nuestras ideas en el tiempo y buscamos propuestas accesibles. Escuchamos a la gente, vemos su necesidad y tratamos de armar algo a medida y así no perder clientes.
CADISAL
Mariano Lérida, como integrante de la comisión directiva de la Cámara de Desarrolladores Inmobiliarios de Salta, destaca la importancia de conocer los antecedentes de quienes ofrecen propuestas de negocios en el rubro. “Para sumar socios analizamos el trabajo de cada uno, porque si tiene malos antecedentes todos quedamos mal, entre nuestras tareas vemos que se hagan las cosas bien”.
Por otra parte, se busca también derribar mitos en relación al rubro. “Tenemos un tema histórico, siempre hay una lucha contra los desarrolladores, la gente cree que somos los malos y la realidad es que siempre la peleamos, por ejemplo en la ciudad cuando hacemos un edificio, nuestra inversión en tendidos eléctrico, cañerías, sirve para dotar de servicios a la nueva obra pero también a la zona. Aceptamos las reglas de juego pero siempre buscamos un ganar-ganar y trabajamos con los organismos correspondientes, contrariamente a la percepción de que nos aprovechamos de algo y esto no es así”.