Los ánimos están muy caldeados en el comercio salteño. El pasado sábado, a partir de la imparable escalada de enfermos y muertos por COVID-19, y la saturación de las camas de internación, el Gobierno provincial decidió volver a fase 1 de la cuarentena, tal como había recomendado el Gobierno nacional. Pero la decisión generó un enfático rechazo de cientos de propietarios de comercios considerados no esenciales, que se movilizaron la tarde del sábado por las calles del centro de la ciudad; y ayer agitaban por redes sociales una inesperada rebelión contra el anuncio del Gobierno. A través de mensajes de Whatsapp y publicaciones en Facebook y Twitter, algunos de esos dueños advertían que hoy volverían a abrir sus puertas en los horarios habituales, desconociendo la orden de cierre.
La presión del sector comercial comenzó el sábado por la mañana, cuando aún estaba deliberando el Comité Operativo de Emergencia (COE) que tomó la decisión de volver atrás en las restricciones. A media mañana la Cámara de Comercio e Industria hizo público y viralizó a través de sus redes sociales un comunicado en el que rechazaban cualquier posibilidad de cierre de los comercios, argumentando que hoy sus ventas están un 60% por debajo de lo habitual y que no podrían resistir un cierre por 21 días sin ayuda oficial para pagar alquileres, sueldos e impuestos.
A la reacción del comercio se sumaron rápidamente otros sectores que serían afectados por la vuelta al aislamiento social, como el gastronómico y los propietarios de gimnasios. La Cámara Gastronómica y Hotelera de Salta también emitió un comunicado dando a conocer la crítica posición del sector, y reclamando por las idas y vueltas que debió enfrentar la actividad, que enfrenta la peor crisis de su historia.
La protesta escaló el sábado por la tarde con una multitudinaria caravana de vehículos que recorrió por casi dos horas las calles del centro de la ciudad haciendo sonar sus bocinas. La movilización fue convocada por una ignota organización “Comerciantes Unidos”, que a través de mensajes de Whatsapp logró convocar a cientos de propietarios.
El clima de rebeldía estalló el domingo a la mañana, cuando un grupo de Comerciantes Unidos llevó su protesta a Finca Las Costas, la residencia del gobernador, generando momentos de tensión. Esto obligó a las autoridades a organizar ayer pasado el mediodía un encuentro entre funcionarios y representantes de las principales cámaras empresarias de Salta, el que se realizó justamente en Las Costas. El encuentro fue presidido por el gobernador Gustavos Sáenz y contó con la presencia de varios médicos que detallaron la gravedad de la situación sanitaria. Fuentes oficiales aseguran que, al finalizar la reunión, los representantes empresarios entendieron y aceptaron la decisión oficial.
Pero mientras se desarrollaba la reunión, una vez más a través de Whatsapp el grupo Comerciantes Unidos animaban a sus seguidores a desconocer lo que se resuelva en ese encuentro y a rebelarse abiertamente contra las autoridades, abriendo hoy las puertas de sus negocios en los horarios habituales. A partir de ello, resulta incierto que ocurrirá en la mañana de hoy.
La rebelión comercial ocurre en un momento en el que la cantidad de casos de personas enfermas de COVID-19 crece en Salta de forma exponencial. En menos de una semana se pasó de menos de 4.000 a más de 9.000 infectados, saturando el sistema de salud, donde desde hace días es imposible conseguir camas de internación y de terapia intensiva, sin distinción entre los sectores público y privado. También crece exponencialmente el número de muertos, que el sábado había superado los 150. Frente a ese escenario, el aislamiento social obligatorio parece ser la única forma de poner freno a los contagios.