Javier Cerúsico, socio gerente de la empresa de logística Terminal Ferroviaria del Pacífico, que opera en la región desde 1996, señaló que el caso fue muy grave para las finanzas de la compañía ya que el 70% de la flota de camiones con la que cuenta, quedó del lado chileno con la carga.
“Esto provoca un impacto financiero muy fuerte para nosotros, porque cada día de demora con los camiones parados no solo implica costos laborales o de viáticos, sino también un desplazamiento de los tiempos en la rotación de los equipos que vamos a sentir en los próximos 15 o 20 días“, explicó.
La empresa que ofrece entre otros, el agenciamiento marítimo, servicios portuarios (que incluyen consolidación y desconsolidación de contendores), despacho aduaneros, transporte carretero nacional e internacional con flota propia con autorizaciones npara circular por Chile, Peru, Bolivia, Paraguay, Argentina y Barsil, traslado en ferrocarril; hacen una ingeniería del transporte que incluye el diseño completo de la carga. Por lo tanto, el tiempo es un factor preponderante en su planificación.
“Finalmente, ayer pudimos tener toda la flota en movimiento. Algunos, que estaban en Maury llegaron el martes y los camiones que teníamos en San Antonio de los Cobres llegaron ayer“, comentó Cerúsico quien aclaró que fueron 15 los camiones que estuvieron parados varios días. Si bien estos pasos fronterizos sufren estos cierres temporales, generalmente se dan en invierno y por la nieve.
Al ser consultado sobre la modalidad, Cerúsico indicó que los camiones van y vuelven con carga para hacer eficiente y rentable el negocio. “Normalmente, llevamos azúcar de los ingenios de la región (Tucumán, Ledesma y Tabacal) o aceites que llegan desde Rosario, en Santa Fe. Las cargas que transportamos hacia allá son principalmente para abastecer el mercado interno chileno. Mientras que desde allí traemos insumos para la industria minera que hoy ha repuntado y nos demanda cada vez más. Para ellos, importamos bolas de acero, nitrato de amonio, de sodio, soda ash, entre otros“.
Hoy se vislumbra una reactivación tanto en la importación como la exportación, aunque el antaño promocionado puerto de Mejillones, de calado profundo, no es demandado aun para que los productos locales lleguen a otros mercados internacionales.
“Si bien estamos por hacer un servicio multimodal a Perú con chía, hoy la expectativa nuestra está puesta en los grandes proyectos mineros, en especial los de litio y también los proyectos de energía fotovoltaica“, señaló el empresario.
Además, añadió que el sector viene de unos cuatro años de estancamiento, sin concretar pedidos importantes para salir por los puertos chilenos, dado que las tarifas marítimas, producto de las negociaciones anticipadas que realizaban los forwordes (intermediarios), eran elevadísimas, asentados en la exportación del cobre chileno. “Hoy las navieras acomodaron costos y esta es otra variable que vemos muy favorable para volver a operar por los puertos del Pacífico“, confirmó.