Luego de haberlo anunciado en octubre del año pasado, el Gobierno Nacional de Javier MIlei dió ayer un paso trascendente para avanzar en la privatización del ferrocarril Belgrano Cargas, que cubre con su red todo el NOA, NEA y Cuyo. Es que finalmente se publicó en el Boletín Oficial el decreto que dispone cómo se hará operativamente el traspaso de la empresa estatal al sector privado, la que seguirá un modelo completamente diferente al de la privatización del sistema ferroviario ejecutada por el menemismo en la década del '90.
Según la flamante normativa, el Belgrano Cargas se dividirá en un total de 7 empresas. Una de ella tendrá la concesión de la totalidad de las vías de la red, y tendrá como único ingreso el peaje que cobre por esa tarea. Luego, se crearán dos empresas que se repartirán las locomotoras de la actual prestadora estatal; otras dos que obtendrán la concesión de la mitad de los vagones cada una; y dos más que se quedarán con la concesión de los talleres ferroviarios. El actual personal de la empresa se distribuirá en las nuevas compañías.
¿Cuál es el sentido de crear dos empresas de locomotoras, dos de vagones y dos de talleres?, se preguntaban muchos al leer el decreto. La explicación oficial es que de esa manera se va a lograr que las empresas compitan entre sí para ofrecer mejores precios y mejor servicio. Los contratistas de carga van a poder ahora cotizar con las empresas A y B, y elegir la que les ofrezca una mejor prestación a mejor precio. O por lo menos eso es lo que se propone en la teoría.
El anuncio generó una respuesta positiva en el sector agropecuario salteño, que imaginan que la puesta en marcha de esta modalidad podría bajar significativamente el costo del flete desde los campos de la provincia hasta el puerto.
El vocero de esa postura fue el presidente de la Sociedad Rural Salteña, Joaquín Elizalde, quien se esperanzó en que "con nuevas locomotoras y más vagones los costos bajarán en un 50%". El dirigente admitió que en los últimos años “se venían haciendo obras en las vías, pero en el tema de vagones y cantidad de frecuencias se necesitaba mejorar”. Y reflexionó que la privatización servirá no sólo a los productores agropecuarios sino a toda la comunidad empresarial que quiere mover su producción en tren.