La Feria de Arte Salta (FAS) 2025, realizada entre el viernes y el domingo pasado en San Lorenzo Chico, cerró su tercera edición con un balance más que positivo y un entusiasmo generalizado entre artistas, galeristas, coleccionistas y visitantes. Lo que comenzó como un sueño regional ya es, indiscutiblemente, la feria de arte más importante del NOA y uno de los eventos culturales más dinámicos del país.
Los números hablan por sí solos: 347 obras vendidas —un crecimiento del 15% respecto de 2024— y 4.986 visitantes que recorrieron los stands, participaron de charlas, asistieron a presentaciones, disfrutaron de música en vivo y se sumergieron en una experiencia artística que crece y se renueva. Este año, además, la feria incorporó 1.400 metros cuadrados adicionales, lo que permitió una distribución más cómoda y una mayor diversidad de propuestas.
La participación también dio un salto notable: de las 33 galerías presentes, 15 participaron por primera vez, ampliando el alcance federal del encuentro con espacios provenientes de siete provincias argentinas. Este recambio —que representa un aumento del 50% en galerías nuevas— enriqueció la mirada curatorial de la feria y fortaleció los lazos entre escenas artísticas diversas.
Entre las novedades más celebradas se destacó la primera venta del Programa de Adquisición de Museos, con la participación del Museo Franklin Rawson de San Juan, un hito que abre nuevas puertas para los artistas de la región y posiciona a la FAS como un punto de encuentro clave entre instituciones culturales y producción contemporánea. Además, la feria volvió a distinguirse como la única completamente digitalizada, gracias al convenio con diderot.art, que permitió dar mayor visibilidad a las obras y facilitar la compra a distancia.
Pero los números son solo una parte de la historia. La FAS volvió a demostrar que su verdadero valor está en lo que genera: Visibilidad para los artistas del NOA; fortalecimiento del circuito de galerías; nuevos públicos que descubren el arte y se animan a coleccionar; y apoyo al coleccionismo existente, vital para sostener un mercado del arte activo y profesional.
Durante tres días, San Lorenzo Chico se convirtió en un punto de encuentro donde convivieron miradas, estilos, generaciones y disciplinas. La feria permitió que familias enteras se acercaran por primera vez al arte contemporáneo, que nuevos coleccionistas encontraran obras significativas y que artistas locales proyectaran su trabajo más allá de la región.
Con una propuesta cada vez más sólida, una comunidad cultural comprometida y un público que crece, la Feria de Arte Salta 2025 dejó en claro que llegó para quedarse. Y lo mejor: ya se empieza a palpitar lo que traerá su próxima edición.