Comercios en alerta roja: sin consumo, con 60% de informalidad y muchas dudas sobre cómo pagar el aguinaldo

Con las ventas por el piso, y con la informalidad como opción de consumo que cada vez avanza más, el comercio de Salta ya no esconde su preocupación. Desde su dirigencia se preguntan cómo hacer para afrontar las próximas obligaciones.

La foto del comercio salteño 2025 tiene un mensaje contundente: no hay consumo, no hay equilibrio y la informalidad desborda. Así lo plantearon los referentes de la Cámara de Comercio, la Cámara PyME y desde el Gobierno de Salta, en un sinceramiento que dejó cifras duras y preocupaciones más duras aún.

“El balance es negativo”, admitió el presidente de la Cámara de Industria y Comercio de Salta, Gustavo Herrera. El titular de la entidad no dio vueltas: “claramente no hay consumo. La gente cambió sus hábitos de compra y define con exactitud cuánta plata tiene en el bolsillo”, advirtió.

El patrón ya es rutina: del 1 al 10, el salario se va en efectivo. Luego, el consumidor paga deudas y recién después, “trata de ver con la tarjeta cómo financiar lo que falta”. En este contexto, solo una variable importa: el precio. “La gente hoy solo quiere pagar su deuda y llegar al fin de mes”.

Cuando se habla de ilegalidad, no se trata solo de ferias barriales. “La informalidad ocupa el 60% de nuestra preocupación y el 60% del comercio salteño”, reveló Herrera. Ahí se mezcla todo: contrabando, prendas de marcas falsificadas, ventas puerta a puerta, y cualquier circuito que compita sin tributar.

Mientras tanto, “el comercio formal aporta el 50% del valor del producto solo en impuestos”: IVA, Ganancias y tasas municipales. Y a eso hay que sumarle alquileres y sueldos.

El presidente de la Cámara de Comercio lo dijo sin anestesia: “Si pedimos subir salarios, parece que nos pegamos un tiro en el pie. Pero sin sueldos no hay plata en la calle y sin plata no hay consumo.”

El sector coincide con el pensamiento del Gobierno nacional que propone reformar leyes laborales. “Con el esquema actual, la informalidad creció de manera explosiva. Si queremos más empleados formales, hay que cambiar las leyes”, remarcaron.

“CAME dice que la caída es del 1,4%, pero eso no refleja lo que vemos. Hoy no podemos pagar sueldos ni alquileres. No alcanzamos el punto de equilibrio. Los números ya no importan: importa cómo sobrevivimos”, expresó Herrera con dureza.

El sinceramiento llegó a un punto dramático cuando afirmó, sin medias tintas, que “tenemos que ver cómo pagamos el aguinaldo. Sin ayuda, es imposible.”

Para las pymes el diagnóstico es idéntico. Darío Pellegrini, presidente de la Cámara PyME de Salta, fue claro al afirmar que “el problema no es el financiamiento: es el consumo”. Y agregó que “la falta de ventas en todos los rubros es cada vez más compleja”.

Desde el Gobierno provincial no esquivaron el problema, y admitieron que hay una clara brecha entre el discurso del Gobierno Nacional y la realidad. El secretario de Comercio, Industria y Empleo, Rodrigo Monzo, reconoció que “la macro puede estar mejor, pero eso no llegó a la micro. No se ve en la calle.” Por eso, reflexionó, “tenemos que preocuparnos y ocuparnos; y estamos trabajando exactamente en eso”.

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