Las restricciones a la ganadería que impone la Ley de Bosques obligaron a los especialistas a buscar alternativas de manejo que no afecten el potencial productivo de la región chaqueña, y la respuesta fue lo el Manejo de Bosque con Ganadería Integrada (o por sus siglas, MBGI), que hace pocas semanas comenzó a aplicarse en forma experimental en la Provincia de Salta.
El puntapié inicial se dio en el campo “La Buen Agua”, perteneciente a la firma Anta del Dorado, del productor Lucas Elizalde. Como se trata de un proyecto totalmente nuevo e innovador, está prevista la participación interdisciplinaria de distintas reparticiones y organismos técnicos en el proceso, que será ejecutado en una porción de 500 hectáreas del establecimiento y será evaluado en el transcurso del tiempo con la finalidad de elaborar conclusiones parciales y generales.
La puesta en marcha por primera vez de un proyecto con MBGI en Salta ya es una novedad, pero lo más interesantes es que los propietarios del establecimiento decidieron avanzar en la propuesta a pesar de que la finca está ubicada en una zona verde del Ordenamiento Territorial, y no necesitaría ejecutar este sistema de manejo de bosques.
Cabe recordar que el Ordenamiento prevé zonas rojas, de preservación absoluta; zonas verdes, sin restricciones para la producción; y amarillas, donde debe realizarse un estudio a escala predial para determinar la posibilidad de desarrollar actividades productiva. El MBGI es la solución técnica para incorporar zonas amarillas a la producción ganadera.
Según los especialistas, el MBGI es una tecnología de bajo impacto ambiental, que se apoya en una visión integral del ambiente, equilibrando la capacidad productiva del sistema, con su integridad y sus servicios, respetando el principio de mantener y mejorar el bienestar del productor y las comunidades asociadas. Es compatible con la Ley de Bosques, permitiendo la implantación de pasturas y cierto tipo de prácticas con maquinarias autopropulsadas que agilizan el manejo.
La aplicabilidad del MBGI, requiere de una estricta planificación profesional que deberá tener en cuenta la dinámica de los diferentes componentes, proyectando un diseño cíclico entre la situación de referencia meta, las prácticas de manejo y la situación inicial; que permita monitorear los resultados, generando los ajustes necesarios para continuar con las mejoras al sistema productivo que no comprometan los objetivos planteados.
A diferencia de otras prácticas, no puede generalizarse una práctica para toda la región chaqueña, ni siquiera planificar un solo tipo de manejo, para diferentes ambientes boscosos de un mismo predio. La planificación y monitoreo debe hacerse a nivel local.