Tras la eliminación de la restricción horaria de circulación y la autorización para el funcionamiento de actividades como la de los locales bailables, eventos masivos, actividades deportivas entre otras, el Comité Operativo de Emergencia (COE) brindó alivio a diversos sectores. Lamentablemente esto aún no es suficiente para hablar de una recuperación de bares, confiterías y gastronómicos.
En diálogo con IN Salta, el empresario propietario del bar Zeppelin, Fernado Zerega, destacó que hasta el momento el público se volcó más por los locales bailables y que aún no es palpable la reactivación completa. De igual manera hizo hincapié en la importancia de revisar normativas que rigen al sector para adecuarlo a la real demanda del público salteño.
¿Cuál es la realidad que viven actualmente?
Estamos mejor, mucho mejor, pero creo que van a pasar algunos días más hasta comenzar a sentir una reactivación, y esto es lógico, lo primero que hizo la gente es ir a un boliche. Esperamos que de a poco se vaya retomando la actividad de los bares y podamos recuperar nuestros niveles de facturación, hoy estamos entre un 45 y 50% menos. Pero era esperable, los salteños salieron desesperados a los boliches tras un año y medio de estar cerrados. De igual manera siguen las fiestas clandestinas perfectamente organizadas. Esta es una situación que provocó el mismo Gobierno con sus medidas.
¿Qué hace falta para recuperar el movimiento en bares y confiterías?
Hay sobre todo una necesidad de revisar normas que están totalmente obsoletas, y que deben ser evaluadas y repensadas. Hay por lo menos 15 puntos a analizar con el Concejo Deliberante de la Ciudad y la Municipalidad de Salta. Son ítems que se deben cambiar para que un bar funcione de igual manera que en otras partes del mundo, un espacio donde la gente se pueda relajar. Calculo que con la Intendencia se debe encontrar una solución a esta problemática y que esto sume para que empecemos a ver los resultados de esta prolongación del horario.
¿Mantienen diálogo con los Gobiernos provinciales y municipales?
Hoy no hay diálogo, se rompió hace muchísimo tiempo cuando nos faltaron el respeto. Al gobierno el sector de la gastronomía no le importó. Hoy se libera todo cuando hay casos (de Covid) y cuando no los hubo todo estaba cerrado, son situaciones que no tienen sentido. Estamos tratando de entablar diálogo con el Concejo Deliberante pero su conformación cambiará en un mes y medio, con lo cual tendremos que empezar de nuevo con otros Concejales. Estamos trabajando en conjunto con bares y confiterías de toda la provincia, siempre apoyándonos. Venimos muy golpeados en el marco de esta pandemia, esperamos que no se repitan situaciones críticas, aunque nos preocupa el bajo porcentaje de personas vacunadas con el esquema completo. Esperamos que en el verano esté más tranquilo todo.
¿Cuáles son los puntos más críticos a revisar?
Un punto clave es que hoy las confiterías no pueden tener un DJ y esto es una tendencia en todo el mundo que incluso en Salta la vemos presente en locales comerciales. Hoy la forma de compartir música cambió y la gente aprecia la música en vivo. Un bar por ejemplo necesita tener una consola y otros elementos para poner música y la normativa no lo permite, lo que implica que nos infraccionen. Por otra parte, la gente parada, hoy por ejemplo una cervecería promueve espacios para que la gente esté de pie, circule, coma algo y siga. En Salta un bar no admite gente parada, con lo cual se genera una cadena de dificultades. Esto es distinto para la zona de la Balcarce, que se puede bailar al lado de una mesa, pero en otro lugar no es posible.
Finalmente el tema de los horarios para la venta de bebidas alcohólicas, hay situaciones que ya no acompañan la realidad ni la idiosincrasia en Salta. Hoy se debe dejar de vender una hora antes del horario de cierre que era algo válido cuando la gente salía por ejemplo los días miércoles o jueves y se cruzaba con quién iba a trabajar muy temprano en la mañana. Hoy eso cambió y se debe revisar la norma.
Esto traería alivio al sector…
Absolutamente, son temas urgentes que van a cambiar la realidad no solamente para bares, confiterías y la gastronomía sino también para la comunidad. Las normas se deben adecuar a la vida cotidiana de los salteños.