Una de las características que diferencia a la actividad comercial local de la de las grandes ciudades es sin dudas su horario de funcionamiento. Mientras en Buenos Aires y Rosario se trabaja en horario corrido; en Salta la siesta es parte de la cultura, y el comercio abre de 9 a 13 y de 16 a 20. Pero... ¿se podría avanzar hacia la implementación de un horario corrido? Una encuesta realizada por la Cámara de Comercio e Industria asegura que sí.
El relevamiento fue realizado entre el pasado viernes 8 y el lunes 11, y relevó la opinión de clientes, empleado y comerciantes acerca del horario que consideran más adecuado para el desarrollo de la actividad en el contexto de la cuarentena. En total se encuestaron a más de 8.000 personas. Y el resultado resultó sorprendente: El 89% de los consultados sostuvo que la actividad comercial debiera desarrollarse en horario corrido. Apenas un 8% se manifestó de acuerdo con el horario actual, y sólo un 3% consideró otras opciones de horario. Además, el 74% sostuvo que de implementarse, el cambio debería ser para siempre, mientras que sólo el 26% opinó que debería aplicarse en forma extraordinaria por la pandemia.
El 62% de los encuestados pertenecían al segmento de los clientes, un 26% a los empleados y un 12% eran propietarios de comercios. Los dos primeros grupos fueron los más predispuestos a cambiar el horario actual por un horario corrido, con un 91% y 92% de aprobación respectivamente. Entre los comerciantes, esa aprobación baja al 75%.
Entre los clientes, el 64% aseguró que está de acuerdo con que el horario corrido de atención sea permanente, mientras que el 24 % opinó que debería ser sólo por la pandemia. Entre los empleados, el deseo de que el cambio perdure es aún mayor: alcanza a 82%. Y al igual que con la idea del cambio, los menos dispuestos a que el horario corrido sea permanente son los comerciantes. Sólo el 58% está de acuerdo con esa postura.
Al analizar los beneficios que tendría cambiar el horario actual por el horario corrido, los encuestados de todos los grupos coincidieron que implicaría menores gastos, tanto en tiempo como en dinero para transporte, se movilizaría menos personas durante el día, y los locales de distintos puntos de la ciudad podrían competir con los del shopping. También señalaron que permitiría aprovechar mejor los tiempos personales, disfrutar más de la vida y tener tiempo para capacitarse. Finalmente, opinaron que el horario corrido beneficiaría a quienes trabajan en otros rubros diferentes al comercial y que salen de trabajar y disponen de horas al mediodía.