La novedad se conoció a última hora de ayer, y representa la mejor noticia económica para el Gobierno provincial en el inicio de este 2021: La Provincia llegó a un acuerdo con un grupo de acreedores ad-hoc, para introducir enmiendas a sus bonos en moneda extranjera, con vencimiento en 2024.
La información la dio a conocer la agencia de noticias financieras Bloomberg News, que adelantó que el grupo de bonistas, representado por VR Advisory Services Ltd., posee aproximadamente el 40% de los bonos que Salta busca reestructurar. Sin embargo, no adelantó que ocurrirá con los tenedores del 60% restante.
Salta debe 350 millones de dólares de deuda que emitió en 2016, que cotiza a niveles de dificultades. De hecho la calificadora Fitch Ratings rebajó la calificación de los bonos provinciales en julio, a “C”, después de no pagar un cupón de los bonos, aunque posteriormente realizó el pago después de un período de gracia.
El pasado 7 de enero se produjo un nuevo vencimiento, y otra vez el Gobierno salteño no pagó en término, e hizo uso del período de 30 días para regularizar su situación que preveía la emisión. Si hasta el próximo sábado 6 de este mes Salta no alcanza un acuerdo con una mayoría relevante de los bonistas ni completa el pago, podría caer en default, posibilidad que ahora parece alejarse con el anuncio del acuerdo con el grupo que representa al 40%.
La provincia planea en los próximos días lanzar una solicitud de consentimiento para los bonistas. Si se aprueban, se espera que las enmiendas “proporcionen a la provincia un alivio significativo del servicio de la deuda en forma de reducciones de cupones y modificación del perfil de vencimientos”. De no lograr ese objetivo, la Provincia debería pagar en 2022, 2023 y 2024 vencimientos por cerca de 130 millones de dólares por año, cifra inalcanzable para las finanzas provinciales.