En el interior muchos gimnasios cerraron durante la pandemia y no volvieron a abrir. En Salta Capital la situación es diferente y tras dos años de inactividad casi total, ya operan a niveles normales.
El presidente de la Cámara de Empresas de la Actividad Física, Maximiliano Kripper, muestra alivio porque, explicó a IN Salta, “la gente respondió bien en esta temporada y podemos decir que recuperamos una afluencia normal como la que teníamos en los gimnasios en 2020. Claro que algunos tuvieron que cerrar dos años y estar dos años sin trabajar es complicado para cualquier actividad”.
Para todos no fue igual. “Hay algunos establecimientos más chicos en Capital o los del interior de la provincia con un valor de cuota menor y con menos gente. Acá la mayoría logró un buen arreglo y entendimiento con la gente que alquilaba los locales, otros son propietarios y subsistieron sin pagar alquiler, pero además recibimos subsidios que ayudaron. Pero todo esto ya pasó, fue un trago amargo y ahora estamos abiertos casi en valores mayores a los que teníamos antes”, destacó.
Y es que la pandemia generó conciencia y muchos salteños que no le prestaban atención a su estado físico, tuvieron dos años para reflexionar al respecto. Muchos empezaron a entrenar en casa y ahora el gimnasio es parte de su rutina.
“Gracias a Dios la gente entendió que estar bien físicamente no es solamente tener un buen cuerpo, es tener un sistema cardiovascular en óptimas condiciones. Una pandemia como la que vivimos nos enseña que ante esta o cualquier otra enfermedad, si estás bien físicamente, estás más preparado para resistir”, recomendó.
Kripper acotó que cambió la perspectiva y que ya se nota una “conciencia general de que hacer actividad física no es un lujo, es parte de una vida sana. La gente que viene tampoco es la misma, ahora los ves y usan sanitizante para dejar su máquina limpia para el compañero, al entrar y salir usan alcohol en gel y la gente ha quedado con más precaución”.