Sus pies son tan inquietos como sus manos y no le dan tregua. Hace apenas unos meses el talentoso artista Ismael Gudiño caminaba por las calles de Salta asesorando, interviniendo, creando y recreando. Pero hoy lo encontramos en Barcelona, también trabajando y con demanda por lo menos de dos meses.
En diálogo con IN Salta, Ismael contó con absoluta confianza que se fue en busca de nuevos horizontes porque necesitaba “despejar la cabeza. Eso me llevó a Barcelona, a donde llegué a tirar puntas y hacer varias experiencias de coworking. Pude conectarme con otro universo de editores e ilustradores con quienes trabajamos en conjunto, y hasta me contactó una firma llamada Fiu”, comentó.
Su humildad nos dejó apabullados y le consultamos sobre esta decisión de “empezar de cero”, tratándose de un ilustrador que ya se hizo de un nombre reconocido de manera internacional. “Lo más gratificante fue eso, que sin conocerme, sin que mi experiencia me preceda, se me abrieron muchas puertas, todo un nuevo mundo para explorar”, celebró.
Y es así que hasta diciembre no lo veremos por estos rumbos, porque tiene muchas cosas que hacer en Europa. “Tengo varios planes en puerta. Por ejemplo, un proyecto de maping que es proyección sobre edificios, lo cual es algo nuevo para mí porque en Salta recién se empieza con este tipo de desarrollos, pero de forma muy tranqui, todavía nos falta”, comparó.
No sin un poco de celos, le pedimos que nos diga qué le gusta de Barcelona y que extraña de Salta. “Me gusta la cabeza del europeo, la mirada que tiene de la profesión mía, del ilustrador, del artista, algo que se quiere parecer a Buenos Aires, pero no. Y en Salta tengo a mi gente, a mis amigos, a mi familia, a todo eso que no cambiarías por nada en el universo. Me gustaría traerlos aquí, pero de paseo. Para vivir elegimos siempre Salta”.