La empresa iniciada en 1953 por Salvador y Felipe Marinaro (padre e hijo) cumplió 70 años. De inicios humildes y esforzados, hoy es una marca reconocida en la región y multipremiada con ilimitados planes de expansión.
Luis (lleva el mismo apellido de los pioneros) está hoy al frente de la firma. A IN Salta dijo que “los inicios fueron muy duros dada la escasez de recursos económicos y la situación deficitaria de la industria en cuanto a calidad de los productos. Lo que sí abundaba eran ganas de trabajar, esforzarse y de progresar”.
Inicialmente eran solo tres personas las dedicadas a la empresa: Felipe, Salvador y un ayudante. Hoy la nómina de personal asciende en temporada alta a 185 trabajadores. “Mientras mi abuelo envasaba, mi padre hacía el reparto (en un camioncito hechizo) y el ayudante hacía de todo un poco. La producción era rudimentaria y básica con una máquina de solo dos picos (válvulas) que se llamaba “pié doble” y se cargaba en forma manual”, recordó.
La evolución de la firma vino de la mano de los avances tecnológicos y de nuevas alianzas, por ejemplo con la asociación a IVESS (Instituto Verificador de Elaboración de Soda en Sifones) con el fin de mejorar la calidad del proceso de elaboración de los productos. También es importante la certificación con normas de calidad mundiales (ISO 9000) y la incorporación de nuevas líneas de producto como agua mineral natural, agua tónica, agua mineralizada, bebidas energizantes, deportivas – isotónicas.
“Creo que la clave pasa por estar siempre atentos al entorno, a la competencia, a lo que hacen las empresas líderes del sector y generar alianzas. Tenemos que estar atentos a las normas que en la materia dictan los países desarrollados y dar cada paso en forma planificada, inversiones conservadoras; en el caso de las empresas familiares ir planificando con tiempo el tema de la sucesión generacional”, recomendó.
La firma cuenta con una planta embotelladora en Salta capital la cual proyectan trasladar en un mediano plazo a un parque industrial privado. En Jujuy cuenta con dos centros de distribución, uno en Palpalá y el otro en Libertador General San Martín.
“Nuestro principal desafío es adaptar y aggiornar una empresa de tantos años y con una cultura fuerte al futuro que se viene (redes sociales, inteligencia artificial; robótica; Internet de las cosas), como también toda la parte humana (nuevo perfil de colaboradores, nuevo perfil de cliente), pero estamos confiados en que lo vamos a poder lograr, porque contamos con un muy buen equipo de colaboradores”, dijo Luis con seguridad.
Con todos esos planes, los Marinaro van por otros 70 años. Nosotros también le deseamos que cumplan muchos más.