El sector automotriz vive sin dudas uno de sus peores momentos históricos. Y si bien el fenómeno es nacional, los números de Salta son incluso peores que los del resto del país. Ayer ACARA (Asociación de Concesionarios de Autos de la República Argentina) dio a conocer las estadísticas de ventas de mayo pasado, que reflejaron un derrumbe del 56% respecto del mismo mes del año anterior. En el total nacional, la cantidad de autos vendidos descendió incluso un 1,9% frente a abril pasado, lo que da por tierra con la mirada optimista que creía ver “brotes verdes” donde no los hay.
En Salta, las cifras difundidas por ACARA son aún peores. La comparación de mayo de 2018 frente a mayo de 2019 muestra una estrepitosa caída del 59,5%, ya que se pasó de vender 2.191 autos en el quinto mes del año pasado a sólo 887 en el mes que acaba de concluir. En esta última cifra hay, sin embargo, un motivo de esperanza para el sector. Mayo registró un crecimiento del 8,3% respecto del tétrico registro de abril pasado, cuando se habían vendido apenas 819 unidades entre todas las concesionarias de la provincia.
Pero ahí se terminan las buenas noticias. Ocurre que si se comparan las ventas en los primeros cinco meses del año pasado frente al mismo período de este año, a nivel nacional la caída fue del 51%. Pero en Salta el derrumbe fue del 58,5%. Pasamos de vender 11.762 vehículos entre enero y mayo de 2018 a sólo 4.882 unidades entre los mismos meses de 2019. Ese porcentaje ubica a Salta como la tercera provincia con mayor caída de ventas en lo que va del año, sólo superada por Chaco y Misiones.
Golpeados anímica y económicamente, en el sector ya salieron a abrir el paraguas: explicaron que la comparación interanual registrará abruptas caídas hasta junio o julio próximo. Es porque, en la primera mitad del 2018, el mercado automotor marchaba a ritmo de récord histórico. Pero la abrupta devaluación del peso, la aceleración de la inflación y la desaparición del crédito marcaron el “fin de fiesta” a mediados de junio de 2018.