Para el campo salteño, la baja de retenciones “se verá reflejada en precios”

Alfredo Figueroa, de la Sociedad Rural Salteña, destacó que la reducción permanente en las alícuotas podría traccionar valores, especialmente en el trigo, donde estiman un impacto de hasta 4 dólares por tonelada.

La semana pasada el Gobierno nacional anunció una nueva baja en las retenciones para los principales granos y subproductos, una medida que fue recibida con optimismo por el sector agropecuario de Salta.

El presidente de la Sociedad Rural Salteña, Alfredo Figueroa, en diálogo con IN Salta, aseguró que es “un paso en la dirección correcta”. Las retenciones son “un impuesto totalmente retrógrado, que desalienta la inversión y que no debería existir”.

En la oportunidad explicó que, si bien los porcentajes son moderados, seguramente “algo va a traccionar y se va a ver reflejado en los precios”. “En el trigo podría representar unos 4 dólares por tonelada”, sostuvo.

En ese sentido, celebró que la decisión no sea transitoria: “Siempre remarcamos que es mejor un paso chiquito pero permanente y no algo que genera incertidumbre. Hoy lo vemos de manera positiva y esperemos seguir por ese camino”.

Figueroa aseguró que, con un esquema de retenciones en baja, el campo salteño podrá ampliar su horizonte productivo. “Esperemos que este paso que estamos dando hoy, a lo largo de 2026, siga en esa tendencia y permita duplicar la producción. Los campos más alejados del puerto empiezan a ser más competitivos cuando le sacás un impuesto tan fuerte”, expresó.

Fletes, infraestructura y crédito, los desafíos pendientes

El presidente de la Sociedad Rural Salteña advirtió que aún persisten problemas estructurales que afectan al norte. “El tema de los fletes es súper complejo. Se habla mucho del Belgrano Cargas y de que están tratando de licitar obras. Eso traería muchísimo beneficio y mayor competitividad”, remarcó.

También pidió avanzar en mejoras en rutas nacionales y provinciales. “Salta necesita urgente que pongamos foco también en eso”, dijo.

Respecto del financiamiento, consideró que la baja de la inflación podría abrir nuevas posibilidades crediticias “con tasas más lógicas y razonables”, indispensables para impulsar inversiones en ganadería, pasturas y desarrollo de campos.

La relación con el Gobierno

El dirigente destacó que, en estos dos años, el Gobierno nacional “fue madurando” y mejoró su vínculo con los sectores productivos. “Bajaron el tono, la agresividad que no compartíamos. Tenemos que dejar las banderías políticas y pensar en los problemas reales que tenemos como personas y como familias”, afirmó.

Remarcó también que se está instalando un cambio de paradigma: “Antes parecía que el Estado era el único que podía dar trabajo genuino. Hoy buscan aliados estratégicos en la producción, la industria, el comercio, el turismo. El Estado debe dar reglas claras y justas a largo plazo”.

Un año de incertidumbre

Por último, reconoció que 2025 fue un año “de mucha adrenalina” para el sector. “Las elecciones cada dos años generan intranquilidad. La política a veces nos embarra la cancha. Tenemos que mirar más a largo plazo y apasionarnos con proyectos de país que vayan más allá de la política”, reflexionó.