Estudio Campastro Consultores de Empresas y Lisicki Litvin & Asociados se unieron para brindar asesoramiento tributario, cambiario, aduanero, jurídico y de auditoría a las empresas que decidan invertir en la región, poniendo foco en los negocios relacionados con la energía y los recursos naturales. Omar Díaz es socio de este último y ya hizo las primeras visitas a las mineras asentadas en la Puna salteña.
El especialista cree que el panorama para la provincia es promisorio para los próximos 10 años y que el auge que está teniendo la minería en Salta puede ser la base de ese futuro. Teniendo en cuenta que las inversiones mineras son a largo plazo, en este punto dijo a IN Salta que para “invertir en Salta lo fundamental es la seguridad jurídica” y que a pesar de existir incentivos es necesaria una legislación sobre la estabilidad cambiaria que garantice al sector reglas claras.
-¿Cuál es la visión detrás de esta alianza?
-El objetivo principal es trabajar con el sector de energía y minería a partir del potencial que tiene esta provincia en yacimientos de litio. En efecto, yo estuve en Salta hace 10 años y lo que hoy son desarrollos mineros, en ese entonces eran proyectos para completar el triángulo del litio con Bolivia y Chile. Estos países nos habían sacado ventaja compartiendo la misma cuenca. Pero hoy la realidad es otra y están ingresando inversiones coreanas, australianas y canadienses. Estas inversiones cambiaron realidad de Salta generando miles de fuentes de empleo y convirtiéndola en unas de las provincias mineras más importantes.
-¿Cuál es el rol que juega en este desarrollo una empresa como la suya?
-Desde el año pasado venimos trabajando desde la firma Lisicki Litvin & Asociados en fortalecer la asistencia a la industria en materia de impuestos a nivel nacional y armamos esta unión hace un mes con una empresa de fuerte presencia local con solvencia en lo que es impuestos, auditoria en la región, respuesta a demandas contables de empresas nacionales e internacionales que tienen dependencia de oficinas en Salta y Buenos Aires.
-¿Cuál es el balance hasta la fecha?
-El balance es positivo, pese a que empezamos a concretar las primeras visitas el mes pasado. Recorrimos mineras que hace 10 años eran solo una promesa y ahora concretan inversiones, inauguran obras y trabajan con proyección de miles de millones de dólares.
-¿A qué se lo atribuye?
-Fundamentalmente ha habido un incremento de la demanda de los derivados de carbonato de litio que hace que esto sea realmente atractivo. Estamos en una etapa de transición de energías de combustibles fósiles que van dejando espacio a otras formas de energía que son más limpias y menos contaminantes. Los autos eléctricos de entre 2030 y 2050 serán mayoría, es el compromiso asumido por los países en la cumbre de cambio climático, vamos hacia otras formas de movilizarnos. Esto se va amalgamando y tenemos una ventana corta de tiempo para aprovechar hasta entonces. Ya hay proyectos para que todos los autos puedan moverse a través de baterías de litio, pero la ventana de tiempo que queda es limitada.
-Una oportunidad que deja en una posición de privilegio a Salta
-A todo el noroeste en la región de la Puna, en donde también compartimos salares con Jujuy, por ejemplo, a toda la región.
-¿Cuáles son las principales preocupaciones del sector?
-Para invertir en Salta lo fundamental es el tema de la seguridad jurídica. Las industrias mineras tienen alto rendimiento y realizan inversiones por mucho tiempo. Tenemos proyectos a 20 y 30 años. El régimen de promoción de inversiones, que es un incentivo importante, ayuda mucho, pero no podemos cambiar las reglas del juego cuando el inversor quiere remitir utilidades. Tenemos que dar certezas para que toda la inversión que se hizo pueda ser recuperada. Existen regímenes que tienen incentivos respecto de las problemáticas. El estudio ayuda brindando su servicio, pero necesitamos una legislación de fondo que garantice la estabilidad cambiaria.
-¿Y una vez resuelta esta cuestión?
-Lo que nos plantean luego es que necesitan los servicios de infraestructura porque el inversor del exterior, que viene a desarrollar una planta, necesita de los caminos y las comunicaciones y una serie de cuestiones imprescindibles. Los proveedores locales deben poder dar respuestas también a las demandas específicas y también está el tema de la falta de mano de obra calificada.
-¿Cómo ve el panorama en los próximos 10 años?
-Muy promisorio. La renovación energética es un camino que ya transitamos y no hay otra forma de desarrollo. El norte de la Argentina tiene una gran posibilidad a través del litio para hacer de la minería una fuente de generación de divisas que hoy está subexplotada. Tenemos en la región una producción de US$ 3.300 millones, mientras que Chile tiene 20 veces más con US$ 60 mil millones, compartiendo los mismos salares.