En Salta cada vez son más los grupos de mujeres que se fortalecen y unen para el desarrollo de emprendimientos propios, sustentables y con el firme objetivo de lograr su plena autonomía económica. En conmemoración al Día Internacional de la Mujer trabajadora, compartimos la visión de cuatro grupos que avanzan en este sentido y estuvieron presentes en la Feria de Servicios y Emprendedurismo que se llevó adelante en el Polo Integral de las Mujeres.
La autonomía económica hace referencia a la capacidad de las mujeres de generar ingresos y recursos propios a partir del acceso al trabajo remunerado en igualdad de condiciones que los hombres. Como tal, esta realidad es aún lejana, pero cada vez son más los grupos de emprendedoras que junto a organizaciones de la sociedad civil, se organizan, comparten cargas, suman experiencias y avanzan en el desarrollo de proyectos sustentables.
Esta es la experiencia de la Fundación Volviendo a Casa, que nuclea actualmente a 53 cooperativistas, muchas de las cuales reinvierten los recursos de programas sociales para el desarrollo de productos. “Lo que cada una hace es vender dentro de su círculo familiar, amigos, redes sociales, siempre con el objetivo de crecer, son mujeres que lograron superar su dependencia económica y hoy están orgullosas con sus proyectos en marcha”, indicó Juana Martearena.
Por otra parte, desde la Fundación Capitales Solidarios, Noelia Ibarrizaga, lleva adelante el emprendimiento La Andariega ludoteca itinerante. “Con el proyecto generamos ingresos para sostener la tarea de la Fundación en Zona Sudeste, pero también sumamos herramientas para el desarrollo personal de jóvenes que ingresan al mundo laboral”.
Esta acción está orientada también a lograr la autogestión de las organizaciones de la sociedad civil y el desarrollo de productos amigables con el ambiente, que tiendan al fortalecimiento de los vínculos comunitarios desde una perspectiva de derechos. “Vivir en armonía y respetando la diversidad para la erradicación de la violencia de género”, la base del trabajo que realizan.
Otro grupo nucleado bajo la consigna “Mujeres Plenas”, surgió de una barriada en Villa Floresta, dónde 67 mujeres están avanzando en el desarrollo de emprendimientos socioproductivos. Una de las características principales es que son sobrevivientes de situaciones de violencia por motivos de género. “La unión hizo la fuerza, hoy nos ayudamos entre todas y aportamos para producir y generar mayores ingresos pero también para cuidar nuestra salud y la de nuestros hijos e hijas”, señaló la referente Angela Rosina Cruz.
A través del Observatorio Mumalá en Salta, participaron también emprendedoras organizadas bajo la consigna Economía Feminista y Popular. Si bien en esta oportunidad se conoció el trabajo de 10 mujeres, muchas son las que recorren distintos puntos de la ciudad con sus productos. “Promovemos el desarrollo de capacitaciones y talleres para agregarle valor a sus productos, fomentamos la venta, los trueques. Como organización tenemos el área de Economía Feminista, y convocamos a emprendedoras para participar de las ferias. Además estamos impulsando una cooperativa textil que fabrica toallas femeninas ecológicas y barbijos. Queremos sumar más herramientas siempre apoyando al sector”, señaló Malvina Gareca.
Estos son ejemplos concretos de cómo las mujeres lograron ocupar espacios impensados tiempo atrás, conquistando derechos y visibilizando la desigualdad de género existente. En la búsqueda de la equidad se debe avanzar sobre el goce de sus tres autonomías: económica, física y en la toma de decisiones. Es clave profundizar la participación de las mujeres en el mercado laboral y promover así sus derechos económicos.