La fama del Hotel Termas de Rosario de la Frontera supo trascender los límites de la provincia y las fronteras de la Argentina, no sólo por las propiedades curativas de sus aguas termales, sino también por su valor histórico –la construcción es anterior a 1880- y la calidad de su atención. Sin embargo, el paso del tiempo y la falta de inversiones habían provocado un importante deterioro que comenzó a saldarse hace algunos años con las primeras obras de recuperación.
Para completar ese proceso esta semana se pusieron en marcha las obras de la finalización de la puesta en valor del Hotel. Las tareas representan una inversión superior a los 30 millones de pesos, abarcarán una superficie estimada de 3.900 metros cuadrados y se realizan en el marco del Plan Bicentenario de la Independencia.
La obra contempla labores de refacción y re funcionalización del lobby de acceso, del salón comedor del primer piso y la construcción de una nueva cocina, nueva lavandería y un salón secundario. Además, se remodelarán a nuevo las habitaciones y baños del 1° y 2° piso en el ala oeste; al igual que los pasillos del sector este del 1° y 2° piso y las áreas de servicio.
Por su parte, en el edificio de baños se realizarán tareas en vestidores del sector pileta, gimnasio y baños. La obra también comprenderá instalaciones complementarias tales como vestuarios y baños de la pileta pública, talleres, depósito, calicantos, estacionamientos y espacios verdes, todo con el objetivo de devolverle al histórico edificio el esplendor de épocas pasadas.
La meta es, en definitiva, convertir al Hotel Termas de Rosario de la Frontera en un verdadero polo de turismo termal de primera categoría, capaz de convocar a turistas de todo el mundo a lo largo de todo el año.