Molino Cañuelas, empresa dueña de las marcas 9 de Oro, Pureza, Cañuelas y Mamá Cocina, entre otras, se presentó en concurso preventivo de acreedores. Así lo informó la compañía productora de alimentos ayer jueves a través de un comunicado. Allí detalló que “con esta medida busca proteger sus activos, los puestos de trabajo directos e indirectos de la empresa y los intereses de los propios acreedores, manteniendo su estructura productiva y asegurando su continuidad operativa en todas sus plantas y establecimientos industriales y comerciales”.
La empresa cuenta en Salta con un molino harinero ubicado en Estación Alvarado, en la zona Sur de la Capital, y campos en producción en el Norte de la Provincia, cerca de la localidad de Embarcación. En ese lugar desarrolla uno de sus programas de Responsabilidad Social Empresaria más relevantes de la empresa, denominado Molinos Cañuelas Wichí, enfocado en la comunidad aborigen San Ignacio de Loyola. Allí pusieron en marcha un taller de costura que alimenta la cooperativa LHAKA, que actualmente vende sus prensas en Salta, Tucumán, Buenos Aires, Entre Ríos, Córdoba y Jujuy, entre otras provincias. Se busca con ello la autosustentabilidad de la comunidad por medio del trabajo, superando el asistencialismo y mejorando su calidad de vida. El éxito del proyecto llevó a ampliarlo a otras tres comunidades wichís de la zona, donde viven 800 personas.
Volviendo a la convocatoria de acreedores, el comunicado de la empresa explica que en la última década “llevó adelante un importante plan de inversiones, el cual, en gran parte, se cancelaba con un mecanismo de capitalización de la compañía en los mercados bursátiles local y del exterior mediante una Oferta Pública de Acciones, pero la alta volatilidad que se registraba en ese momento en las principales bolsas del mundo y la performance económica negativa de la Argentina redundaron en una falta de interés de los mercados que obligó a la Compañía a desistir del proyecto”.
Luego, la empresa postergó el pago de ciertos compromisos e inició un proceso privado de reperfilamiento del total de su deuda financiera para lo cual se conformó un Comité de Acreedores. Sin embargo, según la empresa, la nueva turbulencia financiera registrada en el país en agosto de 2019, y la abrupta devaluación de la moneda local, sumado a la crisis mundial por el Covid-19 en 2020 y las dificultades propias que esto generó en la Argentina provocaron un nuevo e inevitable cambio de escenario para todos los participantes de la restructuración, e incluso hizo que algunos bancos decidieran suspender su participación en dicho Comité, alejando la posibilidad de obtener un acuerdo definitivo”, añadieron.
En total, la deuda ascendería a unos 1.400 millones de dólares con un conjunto de bancos locales e internacionales. Molinos Cañuelas opera 15 plantas industriales en 6 provincias, entre ellas Salta.