Marcelo Aiassa sabe de cosas ricas. Después de toda una vida (literal) creciendo en la franquicia de Bonafide, ahora emprende por el lado de lo natural y El Caburé es su nueva alianza. “Mi papá tenía la franquicia de Bonafide. Tras trabajar como cadete por 14 años fue subiendo de categoría y llegó a gerente, así que desde que nací sentí el olor a café y chocolate. A fines del año pasado, por la situación que se vivía y por mi salud, tuve que dejar todo”, lamentó.
“Más allá de que estar al frente de una firma es un dolor de cabeza, y tenés que estar pendiente de los alquileres y salarios, las reglas de juego no favorecen el emprendimiento local, por eso decidí a nivel personal dar un paso al costado. La situación más allá de la economía está complicada y decidí empezar a emprender algo propio y personal”, detalló.
“A los productos de El Caburé los conozco desde hace muchos años. Juan García Bes y Joaquín Olivares son los amigos detrás de la producción y con quienes nos aliamos”, explicó.
Las verduras de El Caburé son reconocidas por su calidad, su frescura y por la forma sustentable de su producción. Esta empresa de “vegetales a conciencia” de Colonia Santa Rosa, ofrece una línea de alimentos de buena calidad para que lleguen a la mesa con una verdura perfecta de los mejores tamaños y colores.
Con La Carota llega el sistema de delivery, primero con combos de cajas por seis kilos con una variedad exquisita y con presentación un lujo.
“La verdura es increíble. Pero además tenemos una presentación que entra por los ojos, hasta te invita a regalar. Además te lo dejamos en tu casa porque hay que tratar de quedarse en casa todo lo posible”, invitó.