Café Levure es un largo sueño de la familia Hanne que finalmente vio la luz tras la capacitación de Federico Hanne Cullen.
“Empezamos este proyecto cuando yo inicié la carrera de cocina y desde hace un tiempo con mi papá teníamos esta idea de concretarlo”, comentó.
Levure es un café de culto y su nombre hace referencia a la levadura, producto indispensable en la pastelería.
“Aquí vas a poder disfrutar de un muy buen café, de pasticerí exquisita. Con productos nuestros tuvimos que pensar cómo hacer cercanas esas pastelería europeas. Con mucha iniciativa lo concretamos un día y ofrecemos la pastelería más fina pero algo a la vez ameno, que no sea rebuscado, no queremos un un plato con 30 ingredientes, sino ofrecer algo nuevo, algo divertido”, señaló.
Federico también le reconoce mérito en esta empresa a Josefina Velarde, una gran pastelera, que es, según sus propias palabras “el alma de Levure. No solo por el gran talento que tiene y que le pone a todo lo que hace, sino por la gran persona que es”, aseguró.
Un marcado perfil social
Levure tiene distintos acuerdos de colaboración con muchas fundaciones locales.
“A mí no me gustó nunca desechar los productos no vendidos en el día. Eso fue algo que vi siempre en mis años de estudios y me gustó para nada. Lamentablemente, como son considerados sobrantes, hay muchas implicancias en su ubicación. Por eso trabajamos con diferentes fundaciones que corroboran los ingredientes y evalúan que no exista riesgo de intoxicación. Hoy sentimos que estamos mucha felicidad, tanta como le ponemos a todo lo que hacemos y además todas las propinas van a grupos de ayuda”, indicó.
En gastronomía, en especial en Salta, existe una concepción de que la gente prefiere lo tradicional y que lo elite lo deja solo para las fotos de redes sociales. Levure demuestra que no es así y se puso por objetivo convertirse en un lugar de referencia para los próximos años.
Levure pastelería y café funciona en Ameghino 131.