Iris y Carolina Páez son hermanas y socias, también son extraordinarias por lo que están logrando. Ambas dirigen un emprendimiento de invernadero de cultivos hidropónicos en la zona de la plaza Alvarado de la ciudad de Salta. Mesa Verde se llama el proyecto que nació en pandemia y que las puso a prueba desde el minuto uno porque tuvieron decidieron dejar sus empleos estables y jugarse por el negocio propio.
Antes de la pandemia, Carolina tenía un cargo en relación de dependencia en una posición gerencial de muchos años, pero algo la inquietaba y una visita a la verdulería le dio la respuesta. “Le picó el bichito de la hidroponía”, comentó divertida Iris consultada por IN Salta. Y llegó el turno de Iris, quien ejercía docencia de coaching, pero “se puso la 10” para salir a la cancha a la par de su hermana.
Lo que siguió fue un camino de investigación y capacitación que se vio fortalecido por el aislamiento obligado de la pandemia.
Ingenieros, asesores y productores se fueron sumando, colaborando de una manera desinteresada y agregando el gran valor en el asesoramiento que es "transmitir la experiencia", mostrando otra de las bondades que tiene este cultivo, “que es el gran ámbito de generosidad que existe entre los productores salteños”.
En abril de 2022 nacieron las primeras lechugas, en una cantidad impresionante. Hoy, a tan solo un año de esa primera producción Mesa Verde ofrece lechuga de tres tipos, albahaca, berro y rúcula y muy pronto tendrán espinaca.
Los cultivos de este “inusual” invernadero crecen en tubos de PVC a través de un sistema de riego continuo que garantiza el retorno del agua a través de un circuito de riego que permite ahorrar un 90% de agua en relación a los cultivos tradicionales en tierra.
Objetivos claros
El emprendimiento nació con sus metas ya establecidas y con ideas claras de lo que se quería lograr. Carolina comentó que “en primer lugar buscamos lograr un cultivo sano para que llegue a la mesa de los salteños. Estamos llegando con un producto que podemos asegurar que es de calidad porque lo estamos monitoreando desde su semilla hasta que llegue a la mesa de los salteños”.
El segundo gran objetivo es la generación de una cadena de valor a través de contratación de mano de obra, “poder emplear mano de obra, creando un círculo de economía también fue uno de nuestros planteos iniciales y hoy es una gran satisfacción”, celebró.
Posición estratégica y clientes
La posición estratégica del invernadero fue una ventaja fundamental para la conseguir los primeros clientes. “Teníamos una idea que era ir a la verdulería a vender. Pero la realidad nos dijo otra cosa, nos encontramos con otras producciones, con otro tipo de tratamiento y de clientela”, reconoció Iris. Era momento de diferenciarse del resto para construir y buscar al cliente ideal.
Desde sus inicios, Mesa Verde se alineó con el cuidado del medioambiente y la obtención de un producto lo más sano posible. “Estamos ofreciendo un producto totalmente sano que vigilamos atentamente y se puede consumir con tranquilidad. Nuestro cliente tenía que ser una persona que valore el proceso”, aseguró.
Así, la compra, tendría que ser directa en pleno centro o con envío y trato directo con las dueñas. Las aplicaciones de reparto, redes sociales, grupos, boca a boca son las herramientas de las que se valen para llegar al objetivo.
Con estrategia de cercanía generaron redes entre chefs y restaurantes, hoy sus principales clientes. Entre ellos se cuenta a Sheraton, Trocadero (también para su nueva sucursal de Almacén Emprendedor), El Charrúa (en sus cinco locales), La Vieja estación y más.
Podés consultar sobre cultivos, disponibilidad de temporada y puntos de venta en https://www.instagram.com/hidroponiamesaverde/.