Desde el 15 de agosto último el Sanatorio Altos de Salta, de Swiss Medical, no cuenta con su Terapia Intensiva Pediátrica por la renuncia de todo el staff de médicos terapistas pediátricos. El desacuerdo se debió a diferencias salariales, con la gerencia médica y Recursos Humanos.
“Al no tener ya Terapia pediátrica el sanatorio no tendría que poder sostener su nivel de complejidad. No puede asistir niños críticos. Sigue ofreciendo un coseguro sin tener todos los servicios imprescindibles”, denunciaron en aquel momento los galenos en un comunicado.
“Se fue el equipo médico que días atrás participó en la recuperación el primer trasplante de esófago de la provincia en una niña de 15 años. No se valoró al recurso humano calificado con el cual contaba. Tuvieron como rehén a los médicos terapistas hasta que se fue el paciente, con amenazas de denuncias, médicos monotributistas que no estaban en relación de dependencia. Rehenes de un sistema corporativo. Sin nadie que defienda o apoye nada. Una lástima”, señalaron.
Publicación y repudio
Ante la falta de los profesionales que necesita para ese servicio, el Sanatorio Altos de Salta lanzó recientemente un anuncio que ofrece una orden de compra a quienes proporcionen el CV de “médicos pediatras intensivistas para ocupar los cargos de coordinador y/ o asistente de la UTIP”. Ese aviso le valió el repudio de la Comisión Directiva de la Asociación Civil Salteña de Pediatría.
“Como miembros de la sociedad científica que nuclea a los pediatras de Salta, nos solidarizamos ante el dolor que provoca la humillación de la vulneración de los derechos del ejercicio profesional. Y como miembros de la comunidad nos preocupa que la salud de los niños más críticos se encuentre en manos de personas que no muestren conciencia moral ni respeto por las personas”, advierte el comunicado de la entidad.
“Asumiendo la responsabilidad que nos compete como SAP filial Salta reconocemos y ponemos en evidencia estas situaciones, en las que prima el interés empresarial que amenaza, no solo con la formación y ejercicio profesional sino, lo más grave, pone en peligro la salud de los niños”, aseguraron.
“Y en absoluta consonancia, reforzamos nuestra vocación y compromiso con la vida y la felicidad, la nuestra y la ajena, con simplicidad y firmeza, cuidando a los que cuidan por un niño sano en un mundo mejor”, concluyeron.