La Cámara de Comercio e Industria de Salta expresó ayer su preocupación por el uso cada vez más frecuente de certificados médicos o de salud falsos, y denunció que el problema tiene un fuerte impacto en la actividad comercial, por las complicaciones que provoca en la atención al público y en la operatoria cotidiana de las empresas.
El presidente de la entidad, Gustavo Herrera (quien además es médico), aclaró que su denuncia no está referida a profesionales médicos que cumplen su tarea con responsabilidad, sino a "particulares que no son médicos y expiden certificados falsos". Quienes explotan este negocio "se han convertido en verdaderas usinas de este tipo de documentación, que se usa para justificar inasistencias al trabajo de empleados mercantiles y de otros rubros", agregó. Advirtió además que quienes participan de ese negocio están cometiendo delitos como falsificación de documento público y usurpación de título, y son partícipes de una estafa laboral.
El dirigente empresario contó que a partir de una investigación realizada en forma conjunta con el Colegio de Médicos de Salta, se encontraron varias de estas "usinas de certificados", las que fueron denunciadas y concluyeron con detenciones y procesamientos judiciales. Esa investigación identificó incluso páginas de Facebook que ofrecían Certificados Médicos y se promocionaban con textos como "¿Llueve? ¿No querés ir a trabajar? ¡Llamanos, te lo solucionamos!".
Herrera señaló que el tema fue planteado por numerosos socios de la Cámara, tanto de la Capital como del interior provincial, por lo que requiere una urgente solución para evitar que se siga perjudicando a la actividad comercial. En ese sentido, destacó que se encuentra en tratamiento en la Legislatura un proyecto de ley impulsado por la Caja de Previsión Social del Colegio de Médicos, que regularía la emisión de este tipo de certificados siguiendo el modelo que se aplica con éxito en provincias como Neuquén y Santa Fe; y que ha demostrado ser efectivo para combatir este delito.
El sistema que se propone consiste en el pago de un "sellado" o "estampilla" al profesional médico que firma el certificado, y que le otorgaría validez. Sin ese "sellado", cualquier certificado no sería válido. El proyecto estuvo a punto de ser aprobado a fines del año pasado, por lo que está en condiciones de ser tratado en el actual período legislativo.