Hace menos de 10 días, Cinthia Gómez se consagró campeona del 2° Concurso del Huevo de Pascua de Salta, en una verdadera fiesta que se vivió en Plaza España. Pero detrás de ese éxito, hay una historia de una joven apasionada de los dulces, que busca ponerle creatividad y diseño a cada producto que le toca elaborar.
Cinthia comenzó su romance con el chocolate, las tortas, el fondant y el dulce de leche siendo muy chica. “Para mi hacer huevos de Pascuas era una diversión, una forma de entretenerme. Comencé en casa, con la ayuda de mi mamá; y siempre intentaba hacer cosas nuevas, desarrollar mi creatividad”, contó la joven emprendedora en el programa Haciendo Negocios, por FM Cadena Máxima.
Marcada por esa vocación, estudió una Tecnicatura en Gastronomía y trabajó en algunos restaurantes, pero en cada lugar que entraba se daba cuenta que lo que más le gustaba eran los postres y los dulces. “Para especializarme, entré en una escuela donde aprendí un montón. Después comencé a trabajar en una pastelería en atención al público, pero un día faltó el pastelero y yo me ofrecí para reemplazarlo. Ahí, gracias María, que era la maestra pastelera, también aprendí lo que es producir en cantidad sin perder calidad, con una rutina de trabajo muy exigente”, agregó.
Después de sumar mucha experiencia, el año pasado Cinthia decidió dar el gran salto. “Tomé la decisión de dedicarme a lo mío, a los que me gusta, me divierte y me hace feliz… y aquí estoy”, comentó con simpatía. Los primeros clientes fueron los que aún antes de lanzar su emprendimiento ya le encargaban productos que ella elaboraba en su casa. “Lo que más me gusta de esa gente es que me dice con total libertad: ‘Cinthia, ¿qué podemos hacer para este cumpleaños?’. Y eso me pone feliz porque me obliga a crear, a hacer productos únicos, que sean divertidos. Como generalmente los clientes son chicos, trabajo mucho pensando en juguetes y motivos infantiles. De allí el nombre de Cake Toys para mi negocio”, explicó.
Cinthia confiesa que es capaz de trabajar con todos los ingredientes, pero el que más le gusta es el chocolate. “Siempre trato de experimentar, buscando que los distintos sabores realmente combinen; pero y el chocolate combina con todo. Es difícil errarle, por eso me apasiona el chocolate”, contó. Ante la consulta de qué prefieren los clientes, reconoció que “la mayoría pide tortas; después los cupcakes que están muy de moda y son infaltables; y ahora estoy logrando imponer las tortitas individuales, estilo souvenir, que son mi sello de presentación. Llaman mucho la atención porque a diferencia de los cupcakes, que están en todos lados, las tortitas chiquitas con motivos especiales quedan bárbaras y ya no es necesario cortar la torta. Se reparte una tortita para cada uno y es como una porción. Te sirve como souvenir y como torta”. Respecto del precio de sus tortitas, aseguró que “no son tan caras. A mí me lleva más tiempo hacerlas, porque es un trabajo más minucioso y complicado que hacer una torta grande, pero no es mucho más caro”.
Otra característica distintiva de sus tortitas es que “les gustan muchos a los chicos, sobre todos cuando tienen motivos infantiles como Minnie, Kitti; o en los varones con Héroes en Pijamas. Pero también les encantan a las mamás, que son las más ilusionadas. Ellas son las más dispuestas a comprar y por supuesto, mi mejores clientas”.
Finalmente, y ante la pregunta de cómo se imagina en el futuro, esta original emprendedora no dudó en afirmar que “quiero que mi trabajo sea al estilo Willy Wonka: divertido, bien colorido, con golosinas, chocolates, con todas las posibilidades de disfrutar del dulce y para todas las edades. Charlie y la Fábrica de Chocolate es una película que me encanta y que me marcó. Pero es porque los dulces despiertan eso, la fantasía y la diversión de todos”, concluyó.