Esposa, madre y ejecutiva, está casada con Carlos hace 25 años y es mamá de Valentina, Máximo, Augusto y Francisca. Profesional de las comunicaciones sociales logró crecer dentro de la empresa a base de equilibrar los dos mundos, personal y laboral. “Ingresé a Telecom en el año ´95 para desempeñarme en el ámbito de las comunicaciones y desde ese momento desarrollé mi carrera profesional. Previamente, mientras estudiaba, trabajé en medios de comunicación locales, pero entendí que lo que más me gustaba eran las Relaciones Públicas”, indicó.
¿Cómo considerás que fue tu experiencia laboral vinculada con ser mujer?
En lo personal, mi experiencia laboral a lo largo de estos años fue muy buena y creo que no tuvo que ver mi condición de mujer para acceder a una posición jerárquica dentro de la compañía. Mi trabajo y desarrollo estuvieron ligados a las oportunidades dentro de la organización y en ese contexto me case y formé una familia que creció a la par.
Siempre me sentí acompañada y respaldada para cumplir con ambos roles el personal y laboral, no obstante sé que esto no ocurre en la mayoría de los ámbitos.
¿Cómo fue cambiando la participación de la mujer en el mundo empresario?
Las sociedades están cambiando, varias décadas atrás las mujeres nos quedábamos en la casa al cuidado de nuestros hijos sin un objetivo de desarrollo profesional. Pero todavía falta mucho, las mujeres debemos trabajar sobre la igualdad, pero también es un objetivo para los hombres educar sobre la diversidad.
Nosotras tenemos que potenciar a nuestros equipos de trabajo generando igualdad e inclusión, y debemos dar el ejemplo porque de esa forma también aportamos a formar una mirada más integradora.
¿Cuál es el aporte que pueden realizar hoy las empresas?
Poner la diversidad como política de empleo. Dentro de las organizaciones es ineludible, de esta forma se va generando conciencia interna y buscando romper ‘muros’, que hoy persisten por prejuicio. Me parece que el foco está ahí, ‘¿talento o diversidad?’ creo que la mezcla de ambas es importante para lograr el objetivo y no llegar solo porque hay que ocupar un puesto, sino porque lo ganaste con dedicación y profesionalismo.
Aumentar la participación de las mujeres en las organizaciones es clave para lograr ser competitivos y sostenibles, porque hoy los inversores buscan organizaciones que tengan mujeres en sus directorios o comités de conducción.
¿Qué es lo más difícil de compatibilizar tareas personales y laborales?
El 2020 nos puso a prueba una vez más a las mujeres, fue duro compatibilizar nuestra vida cotidiana con los chicos en casa tomando clases virtuales, llevar adelante el hogar y además seguir trabajando sin perder el ritmo. El equilibrio fue la clave, no sólo este último año, siempre lo busqué porque creo que fue lo que me mantuvo firme y que todo funcione entre ambos mundos.
De un momento a otro nos encontramos trabajando desde nuestras casas (home-office) y compartiendo la cotidianeidad con el resto de nuestras familias, adaptándonos a este nuevo escenario en pandemia y digitalizando nuestras vidas.
¿Crees que existe igualdad entre hombres y mujeres?
Creo en la igualdad de oportunidades pero pensar que las mujeres somos iguales que los hombres es erróneo, porque somos diferentes, diversas y capaces al igual que el hombre de asumir grandes desafíos.
Todavía existe desigualdad en cargos jerárquicos y en la remuneración en general, las estadísticas internacionales así lo marcan y debemos prestar atención a esto, porque la participación de las mujeres en el mundo laboral no siempre supone mejores condiciones.
¿Cuál es el desafío ante la búsqueda de igualdad?
Desde el lugar en el que estemos debemos promover acciones para sumar al cambio cultural, que ya está en marcha y no tiene retorno por suerte para todas nosotras. Esto es una deuda pendiente de las organizaciones en lo que se debe poner foco. Todavía seguimos escuchando que determinados puestos son exclusivos para hombres y es por eso que en las carreras laborales los hombres llevan más ventaja, a veces nos cuesta dejar de ser machistas con nuestros pensamientos y animarnos a romper paradigmas que van quedando fuera de época.
¿Es posible compartir las tareas de cuidado?
No solo creo que es posible, me toco a mi experimentar a los largo de mi carrera dentro de Telecom, casarme, tener 4 hijos y todo lo que esto implica. Cuando se tiene la responsabilidad de conducir un equipo de trabajo, la ‘empatía’ es una de las habilidades más importantes que debe desarrollar un líder, porque solo así se logrará ponerse en el lugar de los demás, y cuando se trata de mujeres la sensibilidad es un plus.
Un mensaje: ¿Qué le dirías a las niñas y adolescentes de hoy?
Tengo dos hijas mujeres que me enseñan todos los días a pensar diferente con la mirada puesta en las generaciones del futuro que promueven sus pensamientos a viva voz sin temores y buscando ser escuchadas. El feminismo es una corriente que permite visibilizar a las mujeres y mucho tienen que ver en esto las nuevas generaciones.
Mi mensaje es que sigan buscando sus espacios, el camino es largo, aún hay que derribar muchos muros, pero hasta ahora los logros han sido inmensos y muy significativos aunque no suficientes. Necesitamos de su energía para llegar a mejores resultados.