El coworking es un nuevo concepto que se plantea como una solución para quienes trabajan vendiendo servicios por internet. En términos concretos se refiere al alquiler de oficinas de trabajo que cuentan con todas las comodidades y pueden ser contratadas de acuerdo a las necesidades de cada usuario en particular.
En Salta funciona desde hace un año el espacio Coworking SLA, iniciativa del emprendedor Rodrigo Caro Romero. El local queda en el pasaje Arteaga 1.157 (entre Adolfo Güemes y Marcelo T. de Alvear) y cuenta con 22 oficinas. Dispone además de dos salas de reuniones, una con capacidad para 6 y la otra para 12 personas; y un salón de eventos para 54 individuos.
Si bien Salta es una provincia bastante tradicionalista, en la que cuesta innovar, Caro Romero reconoció que se trata de un mercado con importantes perspectivas de crecimiento. La crisis, que restringe los recursos y obliga a optimizar los costos, genera nuevas oportunidades en este sentido; en especial para los profesionales free lance, que venden sus servicios a través de Internet.
Las ventajas
Si bien quienes trabajan de manera independiente pueden sentarse en una confitería de la ciudad y acceder a una conexión a WI-Fi; el contratar el servicio de coworking plantea otras ventajas, como la tranquilidad de contar con oficinas sin ruidos, la conexión más veloz que hay en Salta (en este caso es de 50 megabytes) y la reducción de costos fijos que implica ir a diario a bares en busca de conexión. Todo eso podría reducirse contratando el servicio, ya que están incluidos en el alquiler café, mate, agua mineral, etc.
Los trabajadores independientes no son los únicos beneficiados de esta propuesta, sino las pymes y las empresas, que también ven reducidos costos, ya que pueden evitar todos los gastos que implica mantener una “oficina fija”, como ser la luz, el pago de personal de maestranza, secretarias etc. Con el contrato del coworking viene incluido el servicio de personal capacitado para ayudar. Por otro lado, para las empresas que necesiten tener un domicilio, pueden colocar el de las oficinas.
Es otra alternativa para el home-office, ya que no existen las distracciones que tiene una casa habitualmente, como los niños, los ladridos de los perros, el toque de timbre, etc.
Además se plantea como una comunidad, ya que al ser gente proveniente de todos los campos laborales quienes contratan el servicio, se crea una red de colaboración entre los mismos.
Por otra parte, los precios son muy accesibles. Se pueden contratar diferentes combos y de acuerdo a los servicios que incluya cada uno será el costo. Por ejemplo, un puesto full time desde las 9 hasta 18, cuesta menos de 3.000 pesos por mes.
El coworking surgió en el año 2000 en EE.UU como una sociedad colaborativa consecuencia de la globalización, y su uso se fue extendiendo al resto del mundo. Para el año 2011 existían 43.000 usuarios activos, ya para el año 2017 superan el millón doscientos mil.
En la provincia se trata de que los usuarios puedan ver los beneficios que aporta el coworking para valerse de esta nueva alternativa.