Alejandra García Dávila: la “bidonera” de Jujuy que pavimenta calles con plástico reciclado

Todo empezó con un reel de una calle africana que, a falta de insumos tradicionales, los vecinos pavimentaron con plástico reciclado. Alejandra García Dávila, socia gerente de Terramaq, se obsesionó con la idea hasta traerla a Argentina.

Le dicen “la bidonera” y es un mote que lleva con orgullo pues habla de sus difíciles orígenes cuando, desesperada al comprobar la contaminación ambiental que significaba la quema de envases de productos agroquímicos, inició su cruzada.

Al principio -recuerda Alejandra García Dávila- no tuvo una colaboración entusiasta. Los productores estaban dispuestos a donar los bidones en desuso, pero ahí culminaba su participación. “Era desesperante de ver, una quemazón increíble, un humo negro que llenaba nuestro aire y sabía que debía hacer algo”, cuestionó.

García Dávila debía acudir hasta cada lugar a retirar los desechos para reciclarlos y ahí iniciaron las dificultades. “Lo más complicado fue el financiamiento. En ese momento solo conocía las vías tradicionales, que son los bancos, y me prestaban el valor de un cuarto de las máquinas que necesitaba”, recordó.

Pero fortalecida por su determinación, avanzó. Igualmente aceptó la ayuda, la pagó y consiguió créditos más grandes a medida que crecía su empresa. Hoy aconseja a mujeres emprendedoras sobre distintas posibilidades de financiamiento y educa sobre “deuda buena” y “deuda mala”.

“Por ser mujer siempre se complica, y más en el ámbito de reciclado de plástico rural. No fue fácil convencer a todos”, advirtió. Pero en su cruzada tuvo aliados, como el Gobierno de la Provincia de Salta. “El secretario de Ambiente de ese momento, Gustavo Paul, me dijo que cualquier cosa que se hiciera era mejor que lo que estaba pasando en nuestros campos, agregó que era una buena idea y firmó el camino”. Nació así la primera planta que se instaló en Salta.

La tarea de Terramaq es tremenda: recupera miles de toneladas de plástico y les da nueva vida en postes, cercas y otros elementos útiles para la actividad agropecuaria.

Un nuevo desafío la encontró activa en un reel de Instagram. Era una calle africana que se asfaltaba con plástico reciclado. “Yo pensé que esa idea debía concretarse en Argentina y busqué los mecanismos para hacerla”, recordó.

La medida contribuye a la reducción de las emisiones y huella de carbono. Además, mejora las condiciones de seguridad vial y aumenta la durabilidad de las calles.

Así, la ciudad de Perico, en la provincia de Jujuy, se convirtió en la primera del país en tener una pavimentación sustentable, debido a que está fabricada a partir de plásticos reciclables, en una maniobra innovadora con múltiples beneficios para el medio ambiente.

Por todo el trabajo realizado, la mirada hoy es diferente. “Hace 14 años estaba loca, era la bidonera y hoy soy una solución ambiental”, celebra la emprendedora.