Cuando todos creían que la emergencia sanitaria por la reaparición de la langosta que había afectado al campo argentino en 2015 y 2016 era un mal recuerdo, parece que esta plaga que muchos creían exterminada está de vuelta. A partir del resurgimiento de casos informado por Bolivia y por Paraguay en sus territorios, sumado a los datos brindados por los productores locales, el Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) decidió esta semana intensificar las acciones de vigilancia, particularmente en las provincias de Salta y Jujuy. Adicionalmente el organismo declaró el alerta fitosanitario mediante la resolución 204/2024.
Según información brindada por los productores, en las últimas semanas se constataron incrementos en las poblaciones de langostas en las localidades de San Juan de Dios y Santa Clara en la provincia de Jujuy, y a lo largo de la Ruta Provincial 54, en los departamentos de San Martín y Rivadavia, en la provincia de Salta, en la zona cercana a la frontera con Bolivia. Ambas áreas coinciden con lugares de oviposturas de mangas y control de ninfas en campañas pasadas.
El Senasa indicó que los datos relevados a campo revelan la presencia de insectos adultos que han iniciado la madurez sexual y que están próximos a la cópula. Además se han colectado insectos para realizar análisis de morfometría que permiten comprender el estado de la población. Las densidades poblacionales y el comportamiento observado, no han justificado hasta el momento un control (fumigación).
Desde el organismo aclararon que en esta zona es frecuente la aparición de langostas, ya que es una ruta migratoria de la plaga y es común la detección de insectos. Pero la ejecución de tratamientos se realiza cuando se superan ciertos umbrales que provocan daños y tienen la potencialidad de convertirse en mangas. Actualmente se monitorea esta situación para evitar desbordes.