Cayó un 20% el consumo de carne vacuna en Salta (y desde el sector no ven mejoras para este año)

Dardo Romano, presidente de la Cámara de la Carne de Salta, explicó que el consumo promedio anual se sitúa en 49 kilos por habitante. El pollo pasó a ser la opción más elegida, mientras que el cerdo también creció significativamente.

Aunque Argentina es reconocida mundialmente por su tradición carnívora, la realidad actual de los frigoríficos y carnicerías dista bastante de la imagen histórica. Dardo Romano, presidente de la Cámara de la Carne en Salta, en diálogo con IN Salta, confirmó que el consumo de carne vacuna registró una caída aproximada del 20% en los últimos meses. 

Actualmente, el consumo promedio anual se sitúa en 49 kilos por habitante, mientras que hace pocos años rondaba los 55 o 56 kilos, reflejando una caída clara y sostenida.

Por el contrario, el consumo de pollo se duplicó en los últimos 15 años: pasó de 25 kilos por habitante por año a cerca de 50 kilos, superando así a la carne vacuna como la proteína más consumida en el país. 

El cerdo, por su parte, también creció significativamente, duplicando su consumo en las últimas dos décadas, desde 7 kilos hasta un rango entre 13 y 15 kilos por habitante al año.

En resumen, el ranking actual de consumo de proteínas animales en Argentina es:

1. Pollo: alrededor de 50 kilos por habitante al año

2. Carne vacuna: 49,5 kilos por habitante al año

3. Cerdo: entre 13 y 15 kilos por habitante al año

En cuanto a los precios de la carne vacuna, Romano indicó que los valores se estabilizaron. Actualmente, un kilo de “blando especial” se comercializa entre 12.000 y 13.000 pesos, mientras que un kilo de asado ronda los 10.000 a 11.000 pesos. 

Respecto al ingreso de carne extranjera, confirmó que ya se comercializa carne de cerdo brasileña en varias carnicerías y que la carne vacuna importada también está llegando a otras provincias, por lo que su ingreso a Salta sería cuestión de tiempo.

Finalmente, expresó pesimismo sobre una pronta recuperación en el consumo de carne vacuna, atribuyendo la situación a salarios deprimidos en el sector público. La expectativa apunta a una posible mejora recién en 2026.