Los vinos salteños llegaron al vuelo más largo del mundo, entre Buenos Aires y Shanghái

La inauguración de la nueva ruta aérea directa más extensa del planeta tuvo un sello salteño: vinos producidos en Cafayate fueron seleccionados para formar parte del menú a bordo, en un hecho que representa un motivo de orgullo para la provincia y su industria vitivinícola.

La aviación comercial internacional sumó esta semana un nuevo hito con la puesta en marcha del vuelo más largo del mundo, que conecta Buenos Aires con Shanghái. La ruta, operada por China Eastern Airlines, establece una conexión inédita entre América del Sur y Asia Oriental y se convirtió, además, en una vidriera global para los vinos salteños producidos en los Valles Calchaquíes.

El servicio comenzó a operar con una escala técnica en Auckland, Nueva Zelanda, bajo la categoría de “vuelo directo”, lo que implica que los pasajeros no deben descender ni cambiar de aeronave durante la parada, destinada exclusivamente a reabastecimiento y cuestiones operativas. La llegada del primer vuelo a Ezeiza marcó el inicio oficial de esta conexión histórica entre Argentina y China.

En ese contexto, los vinos de Amalaya, pertenecientes al Grupo Colomé y elaborados en Cafayate, fueron seleccionados para integrar el menú que se sirve a bordo de la aerolínea más importante de China. La elección no es casual: estos vinos de altura llevan años consolidando su presencia en el mercado chino, donde lograron posicionarse por su identidad, calidad y origen, llevando el sol de Salta a miles de kilómetros de distancia.

Desde el sector vitivinícola destacaron el valor simbólico y comercial de este hecho, que refuerza el rol de los vinos salteños como embajadores de la provincia en el mundo. La presencia en un vuelo de alcance global no solo visibiliza el trabajo de las bodegas locales, sino que también potencia la proyección internacional de Cafayate como región productora de vinos de excelencia.

El lanzamiento del nuevo vuelo coincidió además con el anuncio del gobierno chino de habilitar, de manera promocional y temporal, el ingreso de ciudadanos argentinos sin necesidad de visa, una medida orientada a fortalecer el turismo y los vínculos comerciales entre ambos países.

La combinación de conectividad aérea, apertura internacional y reconocimiento a los vinos de altura vuelve a colocar a Salta en un lugar destacado del escenario global, reafirmando el impacto del trabajo sostenido de sus productores y el potencial de la industria vitivinícola como motor de identidad, desarrollo y orgullo provincial.