Sin embargo, no empezó así sino como la concreción de un anhelo de años. “Nuestro inicio fue muy loco porque no esperábamos que lo que nos pasó. Pedimos un crédito para abrir un taller de arte en el centro, era un sueño, y con mi marido hicimos un análisis de campo y decidimos que era una buena inversión”, comparte Fernanda con IN Salta los inicios de este emprendimiento.
Cuenta que hicieron las cosas “muy a pulmón" junto a su familia. “Mis hijas Ani y Antonella aportaron su conocimiento en redes, lo que fue fundamental para superar los años que siguieron”. Tanto que hoy cuentan 19.000 seguidores en Facebook y 7.000 en Instagram.
Las ventas por redes y medios digitales como Whastapp les proveyeron de los clientes iniciales. “Si querían pintar una casa, hacíamos un tutorial y mandábamos con mi esposo Sebastián los materiales. Hasta mi hijo Juan se involucró en el emprendimiento asistiendo en el armado de los envíos. Muchos emprendedores han surgido en la pandemia con talentos que antes desconocían. Muchos lograron desde redecorar la cocina hasta emprender un negocio y nosotros les conseguíamos todos los materiales”, recordó.
Pero esta artística está hecha de Quimera, de sueños e ilusiones y además fue el camino que halló Fernanda para sanar dos pérdidas familiares. “Tomar clases es sanador y te puede ayudar a salir adelante en momentos de crisis. Yo le llamo arterapia porque muchas alumnas llegan con su carga emocional y con el taller logran desprenderse un poco de eso, la mente nos lleva por muchos lugares”, aseguró.
Evaluando el camino recorrido, no deja de sorprenderse y agradecer a todos los que hacen posible que su sueño se sostenga en pie. “Tenemos un montón de razones para festejar. En tres años nos hemos convertido en proveedores de insumos para quienes quieren emprender. Para los festejos hemos sumando un montón de firmas amigas, con lo cual estaremos haciendo sorteos, invitamos a una murga local, tendremos sorteos en vivo y regalos para amigos de nuestro comercio”.
Para Quimera, sueña grandes cosas “nosotros somos la boutique del artista y ya somos un proveedor de referencia, sabés que hagas lo que hagas, vamos a tener una herramienta para ofrecerte. En un futuro no lejano me veo con grandes crecimientos, ahora estoy enfocada en la parte de papelería, que quería desarrollar pero no lo hice porque no tengo suficiente espacio físico”, dijo.
La emprendedora cerró esta nota con un agradecimiento a su equipo de trabajo, amigas de la infancia de sus hijas, a quienes pudo recientemente ingresar al mercado laboral de manera formal. A ellas les atribuye la gran calidad humana que hace que los clientes siempre regresen a su local.