El sector tabacalero, una vez más, está en pie de guerra. Es que, cuando parecía que el debate por la ratificación del Convenio Marco de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el control del tabaco por parte del Congreso formaba parte del pasado y se había comprendido el daño que podía causar a la economía de las siete provincias tabacaleras, el tema se intenta incorporar al debate legislativo de la mano del senador Juan Manuel Abal Medina (FPV), quien patrocina una jornada de discusión en la cámara alta del Congreso nacional.
Frente a esa situación, la reacción de los tabacaleros salteños no se hizo esperar. Ayer el presidente de la Cámara del Tabaco de Salta, Esteban “Tuti” Amat, dio a conocer un comunicado en el que advierte que “una vez más algunos legisladores nacionales vuelven a intentar el tratamiento de la ratificación al Convenio Marco”; y afirma que “con total desaprensión para con el futuro de la producción tabacalera nacional, insisten con un proyecto tan inconducente como innecesario y potencialmente perjudicial para la economía de siete provincias argentinas”.
Amat sostiene en el documento que “nadie puede desconocer que el cultivo del tabaco no puede –hoy por hoy- ser sustituido por ningún otro en condiciones socioeconómicas equivalentes. Además, el hábito de fumar de los argentinos no habrá de ser erradicado por la desaparición de la producción tabacalera destinada en un 80% a la exportación. El tabaco que se dejase de producir y la mano de obra que ya no se ocupe en la Argentina, beneficiará a otros países que no hayan adherido al convenio”.
Luego advierte que “con la ratificación, de acuerdo a los artículos 31 y 72 inc. 22 de la Constitución Nacional, que otorgan supremacía a los tratados internacionales sobre nuestras propias leyes, se estaría enajenando nuestra soberanía y la posibilidad de que nuestras autoridades puedan adecuar las normativas del caso a las necesidades de todos los actores involucrados”.
El dirigente hizo un repaso luego de las acciones impulsadas por el sector que derivaron en la sanción de la ley 26.687, “que prevé todos los recaudos necesarios para la protección de la salud de la población. Prueba fehaciente de ello es que el Banco Mundial destacó que ‘Argentina, Panamá y Uruguay son buenos ejemplos de un control estricto al consumo de tabaco’ y que tanto nuestro país como México ‘figuran entre los países de América Latina en que el consumo de tabaco ha descendido significativamente desde 1980, de acuerdo a información proporcionada por el Institute for Health Metrics and Evaluation (HME) de la Universidad de Washington’”.
A continuación Amat recordó que “los productores tabacaleros apoyaron en su momento el tratamiento de tal ley regulatoria de la actividad, que contempla y pone en vigencia todos los aspectos positivos en resguardo de la salud pública que propone el mencionado convenio; sin por ello arriesgar el presente y futuro de un millón y medio de personas que dependen de la actividad tabacalera, a favor de estructuras supranacionales que escapan a los controles que la Constitución y las leyes asignan al Estado Nacional”.
Finalmente el documento del presidente de la Cámara del Tabaco expresa que “confiamos en que los legisladores nacionales de las provincias tabacaleras de Catamarca, Chaco, Corrientes, Jujuy, Misiones, Salta y Tucumán, habrán de hacer ver a sus pares del resto del país, lo temerario y desafortunado del proyecto que se intenta promover”.
Cabe destacar que, con diferencia de horas, se pronunciaron en idéntico sentido las cámaras del Tabaco de Misiones y Jujuy, provincias que junto con Salta explican la mayor parte de la producción de tabaco del país. A partir de esta toma de posición, habrá que analizar si el senador Abal Medina revisa su postura, o por el contrario, desencadena la furia de un sector organizado, poderoso y con enorme capacidad de lobby no sólo en el Congreso sino también en los diferentes Gobiernos provinciales y el propio Gobierno Nacional.