Todo empezó cuando dos amigos empezaron a pensar en qué podían emprender. Después de analizar varias opciones surgió armar una vinoteca, un rubro del que conocen y del que disfrutan. Hoy, quienes están al frente son tres: Rodrigo Montali, Gonzalo Montalbetti y Pablo Kosiner.
La idea fue armar un lugar que marque la diferencia en cuanto a la atención y sobre todo que sea una experiencia distinta para la gente que los visita. Es por eso que les llevó varios meses encontrar el lugar y el diseño interior perfecto. Fueron largas horas de reuniones con los arquitectos y, en el medio, una pandemia que dejó desactualizado un presupuesto original del mes de diciembre.
“La pandemia nos llevó a guardarnos en la casa y poder salir un poco de la locura diaria. Eso lleva a que la cabeza pueda ver más allá de lo que uno venía haciendo. El crecimiento de la venta de bebidas alcohólicas fue grande en la pandemia, pero no queríamos armar una tienda de bebidas. Necesitábamos pensar algo diferente”, recordó Gonzalo.
“No fue para nada fácil. Arme un presupuesto que quedó muy por debajo de la realidad. Y eso nos complicó bastante. Algo que había armado en los últimos días de diciembre en dos meses me había comido la inflación”, comentó.
Paradójicamente, lo que más trabajo les dio no fue todo el proceso en sí, sino la selección del nombre. “Nos generó un impacto enseguida, cuando por fin lo encontramos y es a lo que queremos apuntar. Un lugar de experiencias nuevas relacionadas a nuestros vinos, además, por supuesto el juego sonoro que propone al sonar como La viña”, explicó Gonzalo.
El lugar está diseñado para hacer degustaciones y catas guiadas por las bodegas. Para eso, el mostrador es 360 lo que permite generar esa experiencia en este tipo de eventos. Trabajan con las bodegas El Porvenir, Colomé, Tacuil, Puna, El Esteco, Piattelli, Zamora Francini, Miraluna, El Tránsito y Tierra Colorada. Y de afuera ofrecen Susana Balbo, Closs de los 7, Michelle Rolland, Las Perdices, Catena Zapata y Luigi Bosca.
“La idea es ir rotando y todos los meses ir mostrando nuevos productos para que la gente que vaya siempre se encuentre con algo diferente. El mundo del vino es tan grande que permite que juguemos con eso. Las propias bodegas se encargan de generar la experiencia con sus propios sommelier”, aclaró.
La primera propuesta es arrancar con degustaciones al paso. Es algo sencillo donde no es necesario un sommelier, y la gente puede pasar, probar alguno de los vinos que la bodega presenta y seguir su día. Otra opción es la experiencia con una bodega, donde ellos proponen un sommelier y quienes estén invitados o reserven el lugar tienen una o dos hora de charla y prueba de varios vinos.
Vinos y algo más…
Aunque se trata de una vinoteca, la opción gastronómica estará presente en las catas más complejas, acompañando maridajes. Pero eso no es todo, además están trabajando en hacer una noche de Gin. “Creo que es la bebida del momento. Llevaremos un especialista que genere la experiencia de probar y aprender a armar un buen gin para que se conozca más de la historia, componentes y acompañamiento de algunos gin que ofrecemos para la venta”, anticipó.
Los emprendedores siguen soñando y es ese sueño lo que los hace cada vez más grandes. Ellos saben que no son una tienda de vinos, son promotores de experiencias.
Los encontrás en Necochea 815 entre 25 de Mayo y 20 de Febrero.