Mamás que inspiran: el pulso emprendedor de quienes todo lo pueden

Ser mamá y emprendedora es un acto de balance, coraje y amor. Te vamos a contar la historia de mujeres salteñas que entre sueños, desafíos y reinvenciones demuestran que el motor de sus proyectos es el mismo que el de sus vidas: sus hijos.

En el universo emprendedor, las historias que más conmueven son aquellas que combinan propósito y coraje. Las de mujeres que maternan, crean, y a la vez levantan proyectos propios. Son madres que no esperan el momento ideal: lo crean. Aquí te contamos sus historias.

Lolo Doric, educar con el ejemplo

Periodista, emprendedora y una gran impulsora de la educación financiera, Lolo Doric encontró en la maternidad una manera de trascender su propio propósito.
“Mis hijos me ven trabajar, crear, caer y volver a empezar… y en ese ejemplo descubren que todo esfuerzo tiene sentido cuando se hace con amor, constancia y propósito”, cuenta.

A través de su ejemplo, les enseña que los deseos no se heredan, se contagian. Sus hijos, aún pequeños, ya invierten, emprenden y dan sus primeros pasos hacia la independencia económica. En su casa, la educación financiera no es solo teoría: es una forma de vida.

Laura Salado y Delia Teyssier, un legado con aroma a historia

De raíces árabes, Laura Salado creció entre recetas, historias familiares y un amor inquebrantable por la cocina. Así, acompaña a su madre, Delia quien lleva adelante un emprendimiento gastronómico nacido del esfuerzo y la resiliencia.

“Mi mamá viene de generaciones de mujeres que hacen comida árabe. Antes de la pandemia tuvo que cerrar su confitería por temas de salud, pero decidió seguir cocinando por encargos. Tiene clientes de más de quince años”, cuenta Laura.

Delia encarna la fuerza silenciosa de esas madres que no bajan los brazos. “Nos enseñó toda la vida a salir adelante. Es aguerrida, fuerte, muy cuidadora, y nos impulsa a luchar por nuestros sueños, por más locos que parezcan”.

Yuli Tello: la leona que rugió a los 15

Conocida como “La Leona”, Yuli Tello se convirtió en mamá a los 15 años y en emprendedora por necesidad, pero sobre todo por convicción.
Hoy lidera su negocio, Yuli Erotic, y su historia es un testimonio de superación.

“Aprendí que pedir ayuda no es debilidad, sino una estrategia vital”, dice. Con el tiempo, transformó los obstáculos en oportunidades, los miedos en impulso y las noches sin dormir en lecciones de disciplina.

“Mi vida como mamá a los 15 no es solo una historia de sacrificio, sino de tesón, amor y transformación. Si mi historia puede servir de guía o aliento para alguien más, entonces cada noche de cansancio habrá valido la pena”, reflexionó.

“Logré establecer un hogar: un techo propio que ofrecía seguridad y estabilidad para mi familia. Con esfuerzo y visión, pude iniciar un negocio que no solo sostenía a mi familia, sino que también nos dio identidad y orgullo. El negocio se convirtió en un legado de autogestión: aprender a liderar, tomar decisiones y mirar hacia el futuro con confianza. Soy testimonio de que la maternidad temprana no define límites, sino que puede ser un motor de cambio. Mi historia inspira a otras personas a perseguir sus sueños con determinación, solicitando ayuda cuando hace falta y formando redes de apoyo. Sigo trabajando con la misma pasión: cuidar de los míos y hacer crecer mi negocio, con la certeza de que cada esfuerzo tiene su recompensa”, aseguró.

María Ester y Verónica: un hogar para muchas mamás

A María Ester la vida le arrebató su mamá a muy corta edad. Con tan solo siete años enfrentó al mundo sin ese abrazo tan necesario. Lo que no sabía es que el destino le tenía preparada no una, sino decenas de mamis a las que cuidaría con el mismo esmero que su propia madre en su Hogar, que llamó Renacer. Sus hijas son testigos de este afán y también la acompañaron en este camino. Pero su nieta Verónica…. Verónica nació con magia. Sus primeras palabras fueron siempre en defensa de los más desprotegidos. Amante de los niños, ancianos y animales, lleva el estandarte familiar en alto al frente de esta iniciativa tan noble como necesaria. Hoy ella continúa el legado de su abuela al frente del hogar, cuidando de los mayores con la misma ternura con la que una madre vela por sus hijos.

Estas historias no solo hablan de negocios, sino de propósito. De mujeres que encuentran en la maternidad una fuente inagotable de motivación.
De madres que enseñan a sus hijos —y al mundo— que los sueños se trabajan, que los valores se practican, y que el amor, cuando se multiplica, también se convierte en motor económico.