“Los comerciantes están asustados, hay alarma en el sector”, fue lo primero que dijo el vicepresidente de la Cámara de Industria y Comercio de Salta, Gustavo Herrera, sobre la situación que está viviendo el sector en este momento económico del país.
Las razones son varias pero recordó que “la mercadería no estaba llegando desde antes por la falta de gasoil y ahora los proveedores nos dijeron que no nos iban a mandar los productos”. Y todo por la incertidumbre.
Otra, la desconfianza: “Claro, tuvimos que salir a remarcar precios y la gente mira con desconfianza al comerciante porque piensa que nos estamos aprovechando para ganar unos pesos más; nosotros miramos con desconfianza a los proveedores porque pensamos que no quieren entregar stock porque especulan con el dólar y esta especulación hace saltar a la moneda. Y ellos miran con desconfianza al Gobierno y así estamos”, armó la cadena.
Las prendas de vestir son las que más aumentaron de precio. “En realidad todo fue un caos, no solo por el cambio de funcionarios sino por la indecisión que nos dejó sin ministro por horas. El comercio se mueve por expectativa, por el humor de la gente y la gente empezó a acopiar mercadería porque no sabe lo que va a pasar”, completó.
Para Herrera, “el gran problema es la inflación. Se habla de una inflación del 80% a fin de año. A mí no me hablen del dólar porque el dólar es una fiebre. La gente se acostumbró a pensar en dólares y después nos preguntan por qué subió el producto cuando subió el dólar pero no bajamos cuando baja el dólar. Es que el dólar blue es parte de la histeria”, señaló.
¿La solución? Información responsable y calma. “La respuesta es que nos pongamos de acuerdo todos los actores. No puede ser que la ministra no haya dado aún una conferencia de prensa. Acá falta información seria, concreta. La inflación no va a bajar de un día para el otro, pero estamos todos en un avión, y ahora nuestra estabilidad se basa en la confianza que nos genere el piloto de la nave”, comparó.
Mamarracho
La presidenta de la agrupación Comerciantes Unidos, Carol Ramos, justificó a los comerciantes que “no quieren malvender, porque ofrecer un producto del cual no tenés el precio real y sin saber si lo vas a poder reponer es hacerte un gol en contra. Esta desprolijidad, este mamarracho nos afecta muchísimo y vivimos en un tiempo incierto. El dólar sube y para nosotros es muchísima la diferencia entre el precio de compra, de venta, de reposición".
"Esto es una locura, hoy remarcamos a cálculo y siempre a favor del cliente y no porque seamos buenos, sino porque tenemos que vender. Si sube un 30% el dólar, nosotros remarcamos un 20% para no perder tanto”, expresó.
“Tranquilidad y la vuelta a la normalidad” no es algo que Ramos vea en el panorama inmediato.
“Tenemos que entender que estamos ante una de las peores crisis. Comer hoy es carísimo, ya no estamos hablando de productos suntuosos, de ropa, de algún impuesto puntal, estamos hablando de comer y cuando la comida es cara sabemos que mucha gente va a pasar hambre. Eso es una crisis real y profunda”, alertó.