Es un clásico de todos los años pero en este 2019, con la caída del poder adquisitivo de los salarios, cualquier cosa que ayude a bajar el costo de la canasta escolar ayuda. Hoy a partir de las 9.30 en la sede del Ministerio de Gobierno se firmarán diferentes convenios con un total de 11 empresarios del medio, quienes decidieron congelar sus precios antes del inicio de clases. La iniciativa es impulsada por el secretario de Defensa del Consumidor, Carlos Morello.
Según se informó, los artículos escolares incluidos en los acuerdos tendrán precios muy convenientes, y podrán adquirirse por unidad o en combos, de acuerdo a las necesidades de cada comprador. Las empresas participantes pertenecen a los rubros de librería, calzados, marroquinería y ópticas.
La noticia es particularmente si se tiene en cuenta que la canasta escolar se incrementó más del 40% en el último año, y que si se eligen productos de primeras marcas se pueden llegar a gastar hasta 3.800 pesos para completar la “lista del cole”.
De acuerdo a un relevamiento de la consultora Focus Market, que dirige Damián Di Pace, hubo aumentos que superaron ampliamente el promedio. Por ejemplo, los lápices negros subieron el 69%; la plasticola un 58%; y un sobre de papel glacé hasta el 80%. El especialista en temas de mercado adjudicó los incrementos al alza del dólar durante el año pasado (aumentó un 100%), ya que “la mayoría de esos productos son importados”.
Otro informe de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) analizó el costo de la canasta escolar por estratos de consumo y determinó que la “canasta económica” es la que más subió (cuesta 1.680 pesos), con un aumento medio del 44,2% respecto al 2018. Por el contrario, la “canasta Premium” (de 3.800 pesos) subió un 38,4%. La del segmento “medio” cuesta 2.998 pesos y en el último año sufrió un incremento del 41,9%.
Esa investigación reveló también que hay un cambio en los hábitos de consumo que cada vez son más los compradores que comienzan a buscar segundas y terceras marcas para bajar el costo de la canasta. Identificó además otros hábitos que apuntan al ahorro, como el uso de herramientas informáticas para intercambiar libros de textos, uniformes o útiles escolares que no fueron utilizados; y el avance de las “compras mayoristas” entre grupos de padres para tratar de “estirar” el poder adquisitivo de los salarios.
Desde organizaciones de consumidores brindaron por otra parte consejos para mejorar las compras, como no ir a comprar con los chicos y revisar los útiles que no se utilizaron el año anterior o están en buen estado, para evitar adquirir “listas completas”.